¿Has comprado un trozo grande de jengibre y tienes que darte cuenta de que el bulbo aromático y especiado no se puede consumir en unos pocos días? Luego simplemente conserve la especia y conserve el sabor durante mucho tiempo.
¿Cómo conservar el jengibre?
Se puede conservar el jengibre secándolo, congelándolo o remojándolo en vinagre. El jengibre seco dura mucho tiempo en un recipiente hermético, el jengibre congelado dura hasta un año y el jengibre encurtido (gari) en vinagre de arroz dura alrededor de seis meses si se almacena en un lugar fresco y oscuro.
Guarda el jengibre correctamente
Los rizomas intactos durarán varias semanas en un lugar fresco fuera del refrigerador. Para ello, envuelva la raíz en una toalla de papel ligeramente húmeda.
Si el tubérculo está dañado, se seca rápidamente y se vuelve cada vez más afilado. Luego conserve el jengibre lo antes posible para conservar su agradable aroma.
Métodos de conservación para una vida útil más larga
Aunque el jengibre fresco está disponible durante todo el año, sería una pena tirar los bulbos cortados. La especia se puede conservar fácil y rápidamente,
Secar jengibre
- Pelar el jengibre y cortarlo en tiras muy finas.
- Extender sobre una rejilla cubierta con papel de horno.
- Coloque en un lugar oscuro y aireado y dé vuelta a diario hasta que la especia se haya secado.
Como alternativa, puedes secar el jengibre a 40 grados en el horno o en un deshidratador.
Congelar jengibre
Las raíces se pueden almacenar fácilmente en el congelador y duran hasta un año.
- Pelar y rallar finamente el jengibre.
- Vierta en una máquina para hacer cubitos de hielo en porciones y llénela con un poco de agua.
- Puedes agregar los cubitos de jengibre congelados directamente a la comida.
Como alternativa, puedes congelar la especia en platos finos. Pon el jengibre rallado en una bolsa para congelador y alisa todo. Si es necesario, corte un trozo pequeño y agréguelo a la comida.
Cómo encurtir jengibre
Gari es un acompañamiento imprescindible del sushi que puedes preparar tú mismo:
- Pelar el jengibre y cortarlo en rodajas finas.
- Extender sobre una tabla y espolvorear con sal.
- Déjalo reposar durante aproximadamente una hora.
- Blanquear el jengibre brevemente en agua caliente.
- Vierta en vasos pequeños.
- Vierte vinagre de arroz en una olla y añade dos cucharadas de azúcar por cada 100 ml.
- Llevar a ebullición y verter caliente sobre el jengibre.
- Cerrar inmediatamente.
El jengibre encurtido durará aproximadamente medio año si se almacena en un lugar fresco y oscuro.
Consejo
Puedes preparar un calmante para la sed súper saludable con el exceso de jengibre. Corta un trozo de jengibre del tamaño de un pulgar en rodajas finas por taza y vierte agua hirviendo sobre él. Déjelo reposar durante diez minutos y disfrútelo ligeramente endulzado.