Los higos son los primeros frutos mencionados en la Biblia. Con su sabor suave y dulce alimentaron a Adán y Eva en el paraíso. Los higos se pueden utilizar de muchas maneras en la cocina: saben bien crudos o secos y combinan bien con una amplia variedad de platos.
¿Qué son los frutos de la higuera?
Los frutos de la higuera son drupas que crecen en la higuera y constan de muchas drupas pequeñas interconectadas. Son ricos en vitaminas, minerales y fibra y se pueden comer crudos, secos o utilizados en diversos platos.
El higo es una drupa
El higo tiene una interesante ecología de polinización, por lo que los frutos aromáticos se desarrollan después de tres a cinco meses. Al igual que las frambuesas, son frutos colectivos (Syconium) y están formados por numerosos frutos pequeños con hueso interconectados. La pulpa aromática está formada por un tejido axial que rodea las pequeñas flores y protege el fruto.
Higos frescos del árbol: un placer incomparable
En las principales zonas productoras de higos, los frutos se pueden cosechar tres veces al año. La pulpa es de color rosa pálido a rojo según la variedad. Si quieres comer el higo crudo, solo tendrás que lavar bien la fruta y cortarle el tallo. También puedes comer el plato. Para las variedades con piel más gruesa, también puedes cortar la fruta por la mitad y sacar la pulpa con sus numerosos huesos pequeños. El dulzor aromático de la fruta combina perfectamente con el jamón crudo o el queso de cabra y realza el aroma de los platos salados.
Higos – repletos de valiosos ingredientes
Los higos se consideran un superalimento porque los frutos pequeños están llenos de vitaminas y minerales como potasio, calcio, magnesio y hierro. Gracias a las enzimas digestivas que contienen, estimulan suavemente la actividad intestinal. Un higo contiene menos de 40 calorías y te sacia durante mucho tiempo gracias a la fibra que contiene.
Frutas perecederas
Si el higo cede ligeramente cuando se presiona ligeramente, está completamente maduro. La fruta debe desprender un aroma aromático. Sin embargo, si el higo se siente ligeramente blando y huele desagradablemente dulce, está fermentando por dentro y ya no es apto para el consumo.
Los higos maduros se echan a perder rápidamente: incluso si se guardan uno al lado del otro en el frigorífico, los frutos sólo duran dos o tres días. Saca los higos del congelador unas horas antes de comerlos para que desarrollen todo su aroma a temperatura ambiente.
Consejos y trucos
Los higos son una de las frutas que contienen una cantidad relativamente alta de ácido oxálico. Si tienes problemas renales, debes consultar con tu médico cuántos higos puedes consumir de forma segura. Sin embargo, no tienes por qué dejar de disfrutar los higos, porque cocinarlos reduce drásticamente el contenido de ácido oxálico.