Si usted o alguien que conoce ya ha tenido un limonero que ha estado floreciendo y fructificando maravillosamente durante años, entonces debería propagar este magnífico espécimen si es posible. La forma más fácil de propagar es mediante esquejes o injertos, aunque, por supuesto, puedes simplemente clavar las semillas en la tierra.

¿Cómo propagar un limonero?
Para propagar un limonero, se pueden tomar esquejes de un árbol fuerte y perenne y plantarlos en tierra para macetas. Alternativamente, injertar en un portainjerto robusto, como el limón amargo, puede garantizar una planta más resistente.
Propagar limoneros fácilmente mediante esquejes
La propagación mediante esquejes suele funcionar excelente para todo tipo de limón. En un mini invernadero con temperatura constante, que también se puede colocar simplemente en un alféizar soleado y cálido, los esquejes de limón se arraigan muy rápidamente. Un termómetro ayuda a mantener la temperatura deseada. Tan pronto como las raíces hayan alcanzado una longitud de seis a diez centímetros, los esquejes se pueden colocar en macetas individuales.
Propagar limoneros a partir de esquejes: así es como funciona
Antes de tomarse la molestia de cortar palitos de un limonero, primero debe seleccionar cuidadosamente una planta madre. La mejor opción es un limonero fuerte y perenne que ya esté floreciendo y que haya dado frutos con éxito. Los esquejes de un árbol de este tipo tienen muchas posibilidades de convertirse en un limonero de exuberante floración y fructificación.
- Corta uno o más esquejes.
- Estos deben tener entre 10 y 15 centímetros de largo.
- Los brotes de madera del año anterior son los mejores.
- Los brotes deben tener varios brotes y una o dos hojas.
- Corta las dos hojas aproximadamente por la mitad.
- Trate la interfaz con una hormona de enraizamiento.
- Coloque los esquejes a unos cuatro centímetros de profundidad en tierra para macetas convencional.
- Presiona bien el esqueje y riégalo.
- Coloque el invernadero con los esquejes en un lugar cálido y parcialmente sombreado.
- Compruebe la temperatura y la humedad con regularidad.
El refinado garantiza robustez y mejores propiedades
Sin embargo, los limones –al igual que las naranjas y otras plantas cítricas– son bastante sensibles a las temperaturas, la humedad, el suelo arcilloso, etc. Por este motivo es aconsejable realizar injertos para conseguir una mayor resistencia de la planta. Por sus buenas propiedades y su débil crecimiento, el limón amargo (Citrus trifoliata) es un excelente portainjerto. A diferencia de otras plantas de cítricos, el limón amargo es incluso resistente al invierno y tolera incluso temperaturas bajas de dos dígitos durante un breve periodo de tiempo.
Replantar limoneros regularmente
Los limoneros jóvenes, en particular, deben trasplantarse una vez al año, al comienzo de la temporada de crecimiento. Para plantas más viejas (de unos cuatro o cinco años), basta con recibir una maceta más grande y sustrato fresco cada dos o tres años. El trasplante es especialmente importante debido al endurecimiento del sustrato: cuanto más vieja es la tierra para macetas, más dura e impenetrable se vuelve para las raíces. Con el tiempo, las raíces pueden asfixiarse, provocando la muerte de toda la planta.
Consejos y trucos
Los limoneros cultivados a partir de semillas tardan al menos de ocho a doce años en florecer por primera vez. Para acortar este largo período de juventud, se recomienda encarecidamente refinarlo.