La manzana silvestre goza de una creciente popularidad en los jardines naturales. El árbol es cada vez más raro en la naturaleza, aunque los frutos ofrecen un valioso cambio respecto a las manzanas cultivadas. Se han utilizado durante miles de años y ahora se utilizan para elaborar diversos postres.
¿Puedes comer manzanas silvestres?
Las manzanas silvestres son comestibles, pero no se recomiendan crudas debido a su alto contenido de ácido tánico y su sabor amargo. Son ideales para hacer puré de manzana, gelatina o crema de frutas y contienen vitaminas A, B, C, fructosa y oligoelementos.
Frutas
Después del período de floración, que se extiende de abril a mayo, la manzana silvestre desarrolla frutos. Las manzanas maduran a partir de septiembre y tienen una piel exterior ligeramente arrugada de color amarillo verdoso o, a veces, rojo. Son mucho más pequeñas que las manzanas cultivadas y alcanzan un diámetro de entre dos y cuatro centímetros.
Las manzanas contienen grandes cantidades de ácido tánico y, por lo tanto, tienen un sabor muy ácido y ácido. La pulpa es firme y tiene una consistencia leñosa, por lo que la especie recibió el nombre de manzano silvestre. Las semillas contienen pequeñas cantidades de amigdalina. Si se mastican, se puede liberar cianuro de hidrógeno.
Efectos tóxicos del cianuro de hidrógeno:
- Dolor de cabeza y mareos
- Náuseas y vómitos
- mortal en grandes cantidades
Historia
La manzana silvestre tiene una tradición de uso que se remonta a miles de años. Ya desde el 5.000 a. C. Los frutos del pequeño árbol se cosechan y procesan en el siglo IV a. C. Los romanos y los griegos utilizaban manzanas para elaborar vino. En el siglo XVII, las frutas ácidas sirvieron de base para la producción de cerveza.
Manzana silvestre hoy
Debido a su sabor amargo, las manzanas silvestres no deben comerse crudas. El alto contenido de pectina convierte a las frutas en el ingrediente ideal para la compota de manzana natural. Le dan al puré una consistencia más espesa que la de las manzanas cultivadas y pueden usarse para hacer gelatina o cremas de frutas.
Además de pectina y ácidos tánicos, los frutos contienen vitaminas A, B y C, así como fructosa y oligoelementos. El sabor de las manzanas es variable y depende de la ubicación. Numerosas variedades se han desarrollado en la naturaleza porque la manzana silvestre se cruza con manzanas cultivadas. Por eso el tamaño de los frutos a veces difiere considerablemente.
Jalea de manzana silvestre con lavanda:
- cortar un kilogramo de manzanas silvestres en trozos
- hervir con dos ramitas de lavanda en 1,5 litros de agua
- después de una hora de cocción, colar el líquido con un paño
- añadir 450 g de azúcar por cada 600 ml de líquido
- cocine a fuego lento durante ocho a diez minutos