Muchos jardineros aficionados prefieren ahora las verduras frescas de su propio jardín. El delicioso y sabroso romanesco, un tipo de coliflor procedente de Italia, que aquí también se conoce como coliflor de torreta, también es una estupenda variante para plantar en tu propio jardín
¿Cómo cultivar Romanesco con éxito?
Para cultivar Romanesco en su propio jardín, cultívelo en tierra para macetas, plántelo en el lecho del jardín después de los meses de verano a una distancia de 60 cm, fertilícelo con compost y fertilizante vegetal, riegue regularmente y protéjalo de fuertes luz solar y plagas como las claras de repollo.
No plantes simplemente “verduras cotidianas” en tu propio jardín
La diferencia entre las verduras cultivadas usted mismo y las compradas en la tienda o en el mercado es grande. Y si no solo quieres cultivar variedades cotidianas como brócoli, coles de Bruselas o coliflor, prueba el sabroso romanesco italiano. Porque además de su delicioso sabor, también llama la atención en el parterre del jardín. Y puede hacer mucho más:
- muy saludable, rico en vitamina C y minerales
- preparado como coliflor normal
- muy rico con mantequilla o con salsa holandesa
- de sabor muy suave
- cultivado en el jardín muy fácil de cuidar
- Alternativa a otras verduras verdes
- se está volviendo cada vez más popular entre los jardineros aficionados
Plantar y cuidar adecuadamente el Romanesco
Antes de plantar este delicioso repollo en el jardín, lo ideal es cultivarlo en una maceta separada y en tierra para macetas. Sólo en los meses de verano, a finales de julio, cuando hace mucho calor, se plantan las plantas de Romanesco en el parterre del jardín. Aquí la fertilización se realiza con compost antes de la siembra. Entre cada planta debe haber una distancia mínima de al menos 60 centímetros, ya que el Romanesco puede crecer mucho. Si la distancia es demasiado corta, se pueden formar manchas marrones y antiestéticas en el repollo del jardín. Si con el tiempo se forman cabezas del Romanesco, se deberá añadir abono vegetal adicional. Un riego regular y suficiente es evidente: si los rayos del sol son demasiado altos, conviene proteger el romanesco en días especialmente calurosos para que las delicadas torres no se quemen. A partir de septiembre el Romanesco de tu propio huerto estará listo para cosechar.
Combate cualquier plaga
Por supuesto, el romanesco plantado en el jardín no está a salvo de plagas. Las claras de col, en particular, se sienten cómodas con las sabrosas plantas. Por tanto, conviene tomar medidas para evitarlo a la hora de plantar para que la cosecha pueda tener lugar en septiembre. Una red protege las plantas sólo de forma limitada, pero también se encuentran disponibles en el mercado productos fitosanitarios. Además, se debe comprobar si en el jardín hay huevos amarillentos en las hojas o orugas verdes que han eclosionado, si en el jardín se ha observado un número cada vez mayor de mariposas blancas, las claras de la col. Esto significa que puedes cosechar abundantemente en el otoño.