Cuando se forman las primeras algas en la piscina, esto puede provocar nerviosismo entre los propietarios. Las personas suelen dejar de nadar inmediatamente en la piscina infectada por temor a las consecuencias para la salud. ¿Pero esta preocupación está realmente justificada o es un poco exagerada?
¿Las algas en la piscina son perjudiciales para la salud?
Las algas en la piscina generalmente no son dañinas para las personas ni para los animales. Sin embargo, pueden crecer sin control y producir gases malolientes. También favorecen la formación de hongos y bacterias. Sin embargo, normalmente es posible nadar sin problemas en una piscina infestada de algas.
¿Las algas en la piscina representan un peligro real?
Las algas en la piscina generalmente se consideranno dañinas para la salud de humanos y animales. Por lo tanto, se puede continuar nadando sin dudarlo en una piscina afectada por algas. Sin embargo, conviene intervenir a la primera señal, ya que las algas pueden propagarse incontrolablemente y apoderarse de toda la piscina. Esto puede dificultar gradualmente el uso de la piscina. Además, con el tiempo, las algas desarrollan gases malolientes que no necesariamente deben inhalarse.
¿Las algas en la piscina se vuelven peligrosas si no haces nada?
Si nos fijamos en la formación de algas en la piscina, se trata principalmente de un problema visual. Suelen aparecer después del invierno. Incluso si no se hace nada contra la infestación, generalmenteno hay peligro para la vida o la integridad física. Sin embargo, las algas pueden favorecer la formación de hongos y bacterias. Además, el agua se desbordará al cabo de un tiempo y, por lo tanto, será necesario reponerla por completo. En última instancia, esto implica un poco más de trabajo y un mayor consumo de agua que eliminar directamente la incipiente población de algas.
Consejo
El buceo puede ser peligroso si hay algas en la piscina
Si las algas comienzan a crecer, definitivamente debes evitar bucear. Por un lado, hay que luchar contra la visibilidad limitada debido a la turbidez del agua y el cambio de color, y por otro lado, las bacterias pueden entrar en los oídos, la nariz o la boca. Esto puede causar una inflamación desagradable.