A medida que el verano llega a su fin, los árboles y arbustos se preparan para el invierno que se acerca. La gente puede seguir estos procesos. El follaje desarrolla magníficos colores otoñales. Pero en la propia hoja tienen lugar procesos apasionantes.
¿Por qué el vinagre cambia de color en otoño?
El árbol del vinagre cambia de color en otoño porque descompone el pigmento verde de la hoja, la clorofila, y salen a la luz otros pigmentos: carotenoides (naranja), xantofilas (amarillo) y antocianinas (rojo). Este proceso es parte de la preparación para el invierno.
Coloración de otoño
Los árboles de vinagre son conocidos por sus hojas otoñales de hermosos colores. Mientras los arbustos se preparan para el invierno, descomponen el pigmento verde de las hojas, rico en nitrógeno. Esta clorofila tiene una función importante en la fotosíntesis. Las plantas utilizan energía solar para producir azúcar. La fotosíntesis se detiene en otoño. La clorofila se descompone en sus componentes y se almacena. Como resultado, aparecen otros tintes.
Las hojas del árbol del vinagre cambian gradualmente porque los procesos de degradación de cada colorante se suceden uno tras otro. Los carotenoides son responsables del color naranja y aparecen después de que se ha descompuesto el pigmento verde. En la segunda fase, los vinagreros disuelven los carotenoides, provocando la aparición de xantofilas. Producen un color amarillo. Una vez almacenadas estas sustancias, las antocianinas emergen y las hojas brillan de color rojo. Este tinte probablemente sirve para proteger los productos de degradación de la luz ultravioleta.
Características de la hoja:
- pinnada impar con nueve a 31 folíolos
- Hojas parciales con bordes dentados desigualmente
- hojas de hasta 60 centímetros de largo
- Hoja verde brillante en la parte superior, verde claro a grisáceo en la parte inferior
caída de hojas
Mientras se produce el proceso de degradación, se crea una fina capa de corcho entre la rama y la base de la hoja. Esta cubierta cierra los caminos y detiene el flujo de nutrientes hacia las hojas, provocando que se sequen. Las hojas caen con una ligera ráfaga de viento. Al mismo tiempo, la capa de corcho evita que parásitos y patógenos entren en el organismo.
Preparándose para el invierno
Los árboles de vegar al aire libre resisten temperaturas de hasta -20 grados centígrados. No requieren ninguna protección adicional para el invierno. Las plantas en macetas son algo más sensibles porque su cepellón sólo está protegido por una capa relativamente fina de tierra. Coloque la maceta en un lugar protegido donde no se esperen heladas. Una habitación luminosa es ideal. Alternativamente, puedes envolver la maceta con algunas capas de fieltro de jardín (14,00 € en Amazon) o papel de aluminio. Un bloque de madera o una placa de poliestireno actúa como capa aislante entre el cubo y el suelo.