Syringa vulgaris, la lila común, es un arbusto o árbol pequeño que puede crecer hasta seis metros de altura en buenas condiciones. Destacan sus espigas florales, de hasta 30 centímetros de largo, con numerosas pequeñas flores de color violeta o blanco que desprenden el característico aroma a lila. Normalmente puedes encontrar lilas plantadas en el jardín, pero bajo ciertas condiciones también puedes cultivarlas en macetas.
¿Cómo se cuidan adecuadamente las lilas en una maceta?
Para cultivar lilas en contenedores, elija una variedad pequeña como la lila enana, proporcione un lugar soleado, use un sustrato bien drenado, riegue y fertilice regularmente, pode después de la floración y protéjalo contra las vibraciones invernales.
¿Qué tipos y variedades de lilas son adecuadas para guardar en contenedores?
Para el cultivo en macetas, conviene elegir una variedad lo más pequeña posible, ya que, naturalmente, así se adapta mejor el espacio limitado de una maceta. Las diferentes lilas enanas, como la conocida variedad 'Palibin', son muy adecuadas. Las lilas enanas crecen lentamente, miden sólo entre 120 y 150 centímetros de altura y florecen al menos tan bellamente como las lilas de jardín, mucho más grandes. Por supuesto, también puedes plantarlo en una maceta, pero luego debes mantenerlo pequeño cortándolo.
¿Qué tamaño debe tener un balde? ¿Qué material es especialmente adecuado?
En lugar de darle a la planta joven una maceta grande desde el principio, es mejor trasplantar la lila a una más grande aproximadamente cada dos años. La regla general es que la maceta debe tener aproximadamente el doble del volumen del cepellón. Si a la planta se le da una maceta grande desde el principio, crecerá aún más rápido; Sin embargo, si la jardinera sigue siendo más pequeña, se adapta más fácilmente a las condiciones existentes. Si es posible, elija un material natural como arcilla o cerámica, ya que las macetas de plástico (¡especialmente si son negras!) se calientan rápidamente con el sol, lo que a su vez no es cómodo para las raíces.
Mantén y cuida adecuadamente las lilas en la maceta
De lo contrario, las lilas en macetas son tan fáciles de conservar como las lilas plantadas. Para asegurarte de que la planta prospere y puedas disfrutar de las flores cada año, debes prestar atención a los siguientes puntos:
- ubicación soleada
- riega y fertiliza regularmente
- replantar cada dos años
- poda regularmente después de la floración
- Protege las raíces de las heladas invernales
Selección de ubicación
La lila es una planta muy soleada que florece más bella y exuberantemente cuanto más soleado se pone. Por lo tanto, lo mejor es un balcón o una terraza orientada al sur, aunque la planta también es bastante resistente al calor y al viento. Las lilas nobles a menudo se pueden cultivar en sombra parcial ligera, siempre que reciban más de cuatro horas de sol directo al día. Sin embargo, hay arbustos que son más adecuados para lugares con sombra.
Sustrato
Elija un sustrato arenoso y permeable, como una mezcla de tierra para macetas (18,00 € en Amazon), arena y arcilla expandida. Un buen drenaje es sumamente importante para evitar encharcamientos.
Riego y fertilización
Especialmente inmediatamente después de la plantación, durante la brotación y durante la floración, el sustrato siempre debe mantenerse ligeramente húmedo (¡pero no mojado!). Riega moderadamente y no dejes que la maceta se seque por completo. Fertilice cada dos semanas entre abril y septiembre con un fertilizante líquido para plantas en contenedores con bajo contenido de nitrógeno.
Cortar lilas
La lila siempre se corta después de la floración, pero se debe evitar la poda radical.
Consejo
Dado que la lila es resistente, también puedes pasar el invierno afuera como planta en maceta. Sin embargo, luego debes envolver la maceta con una tela protectora y colocarla sobre un trozo de madera o espuma de poliestireno.