Las cebolletas son en realidad una hierba muy robusta: la planta rara vez es atacada por plagas o enfermedades fúngicas y también perdona los errores de cuidado con bastante rapidez. Con una excepción: las cebolletas no sufren el calor extremo ni la sequía, lo que se indica por el color amarillento de sus hojas. Pero no te preocupes: las cebolletas marchitas se pueden salvar.

¿Qué hacer si las cebolletas se ponen amarillas?
Las cebolletas se vuelven amarillas debido al calor extremo, la sequía o el anegamiento. Para salvar las cebolletas marchitas, corte la planta a 2 cm del suelo y proporcione agua adecuada y fertilización regular.
La sequía causa marchitez
Los daños por sequía se manifiestan inicialmente por tallos amarillos aislados, que sin embargo se multiplican rápidamente y también se vuelven marrones y secos. Eso sí, las cebolletas que se han secado de esta forma ya no se pueden utilizar en la cocina porque han perdido su aroma intenso y su firmeza jugosa característica. Las hojas amarillas suelen aparecer en los períodos de calor del verano y, en particular, cuando las plantas de cebollino en la maceta no han recibido suficiente agua. Las cebolletas son una de las hierbas que necesitan mucha agua (las cebolletas tienen más sed cuanto más calor hace y cuanto más soleado es el lugar) y, por lo tanto, deben regarse con regularidad. Lo ideal es que la tierra para macetas esté siempre húmeda, pero no mojada. Bajo ninguna circunstancia las cebolletas deben secarse.
Guardar cebolletas marchitas
Afortunadamente, a diferencia de otras plantas, el cebollino seco se puede salvar con una medida muy sencilla: un corte radical. Corte no sólo las hojas marchitas, sino toda la planta hasta unos dos centímetros del suelo. Los tallos aún verdes se pueden congelar o conservar fácilmente. Las cebolletas cortadas volverán a brotar al cabo de unas semanas, por lo que podrás volver a cosecharlas en cuatro o seis semanas como máximo.
Fortalecer el cebollino con fertilizante
Además, puedes fortalecer la planta, que ha sido severamente debilitada por la sequía, con fertilizantes y así estimular su crecimiento. Utilice un fertilizante líquido para hierbas o vegetales (23,00 € en Amazon), preferiblemente orgánico, y enriquezca el agua de riego con nutrientes adicionales. El fertilizante en forma líquida llega más rápidamente a las raíces y, por tanto, surte efecto más rápidamente.
Consejos y trucos
En algunos casos no es la sequedad sino, por el contrario, el exceso de agua la causa del amarillamiento de las hojas de cebollino. El encharcamiento favorece el establecimiento de hongos, que a su vez provocan la pudrición de las raíces. Como resultado, la planta ya no puede abastecer adecuadamente sus partes aéreas y se seca. Si se produce encharcamiento, la única solución es trasladar inmediatamente la planta a un sustrato fresco.