Los arbustos de lavanda grandes y de exuberante floración no son un hecho, sino el resultado de un cuidado bueno y profesional. El subarbusto puede envejecer bastante, de ocho a diez años es lo normal, pero 20 o 30 años no es infrecuente. Sin embargo, para que tu lavanda alcance una edad tan impresionante, las condiciones de crecimiento y los cuidados deben ser óptimos. El sensible habitante del Mediterráneo no perdona fácilmente los errores.
¿La lavanda es perenne y resistente?
La lavanda es un subarbusto perenne y resistente que puede alcanzar una edad de 8 a 30 años con un cuidado y condiciones óptimos del sitio. Sus cuidados incluyen luz solar adecuada, suelo seco y bien drenado, riego ocasional y poda regular para rejuvenecimiento.
La ubicación óptima
La lavanda, un subarbusto perenne, proviene originalmente de las regiones montañosas o, en el caso de la lavanda, de las costeras del Mediterráneo. Allí hace mucho sol durante todo el año, los veranos son largos, calurosos y secos y los inviernos comparativamente suaves. Aunque a veces las temperaturas pueden caer por debajo de cero grados, las temperaturas mínimas permanentes, como las de algunas regiones de Alemania, son una excepción extrema. En nuestras latitudes, la lavanda sólo se siente cómoda cuando encuentra estas condiciones. Esto significa:
- Lavender necesita un lugar lo más soleado posible: cuanto más sol, mejor.
- La cookie seleccionada también debe estar protegida, es decir. h. sin esquinas con corrientes de aire.
- El suelo debe estar lo más árido y seco posible.
- La lavanda no puede tolerar mucha humedad y especialmente el encharcamiento.
A veces, el arbusto también puede prosperar en sombra parcial, siempre que el suelo no esté húmedo y haya suficiente luz; el sol solo por la mañana o por la noche no es suficiente.
El cuidado adecuado
Cuando se trata de cuidados, hay que prestar especial atención a la sequedad, aunque, por supuesto, la lavanda no puede prescindir del agua. En los días calurosos de verano, la lavanda en macetas, en particular, no perdona la f alta de agua. Sin embargo, encontrar la cantidad adecuada no es tan fácil: lo mejor es regar la lavanda en la maceta cuando el sustrato se haya secado en la superficie. La lavanda plantada, por el contrario, sólo necesita ser regada cuando las temperaturas son muy altas y ha estado seca durante mucho tiempo: las raíces anchas y profundas de la planta obtienen lo que necesitan.
Corta la lavanda perenne con regularidad
También es importante podar los arbustos vigorosamente al menos una vez al año. Como tantos arbustos perennes, la lavanda también se vuelve leñosa con la edad; se queda pelada, como dice el jardinero, porque los brotes leñosos ya no producen vegetación ni flores frescas.
Consejos y trucos
Utilice fertilizantes, especialmente estiércol y otros fertilizantes que contengan nitrógeno, con extrema moderación.