En los países productores, los granados se cultivan por sus frutos, en regiones con climas más fríos por sus flores. Ambas especies son pequeños árboles o arbustos que se pueden cultivar sin mucho esfuerzo.

¿Cómo cultivar un granado?
Para cultivar un granado, puedes utilizar semillas o esquejes. Las semillas deben retirarse de la pulpa y colocarse en tierra para macetas o turba. Los esquejes requieren una maceta con tierra para macetas o una mezcla de arena y turba y temperaturas de alrededor de 20°C.
Planta ornamental o útil
El granado de hoja caduca prospera desde el sureste de Europa hasta el Himalaya, donde los frutos tienen un verano largo, soleado y seco para madurar. La principal época de cosecha es entre septiembre y diciembre. En este país los frutos no suelen llegar a madurar. Es por eso que florecen variedades ornamentales como: B. Punica granatum Nana popular.
Tipos de propagación
Los granados se propagan por semillas o esquejes. Existe el riesgo de que las plantas propagadas vegetativamente (a partir de semillas) no produzcan flores. Sin embargo, en las plantas propagadas generativamente (a partir de esquejes), a menudo se observa una floración abundante incluso en plantas jóvenes. Las flores y frutos de las plantas de granada de cosecha propia suelen tardar varios años en aparecer.
Cultivando a partir de semillas
Para ello, limpie a fondo algunos de los núcleos de la fruta de la pulpa y colóquelos en una maceta llena de tierra. Como sustrato son muy adecuadas la tierra para macetas (6,00 € en Amazon) o la turba. Es importante que este esté suelto y bajo en nutrientes para favorecer la formación de raíces. Las semillas son germinadoras ligeras.
El tiempo de germinación es de 2-3 semanas dependiendo de la temperatura. La tierra de la maceta debe mantenerse constantemente húmeda y la temperatura no debe bajar de los 20°C. Si las plántulas son visibles, necesitan mucha luz para su mayor desarrollo. Si colocas las plántulas al aire libre, asegúrate de que lleguen a un lugar protegido, cálido y parcialmente sombreado y que poco a poco se acostumbren al sol.
Creciendo a partir de esquejes
Para ello, corte un brote lateral sin hojas de unos 15 cm de largo antes de que aparezcan los nuevos brotes en primavera y colóquelo en una maceta con tierra para macetas o una mezcla de arena y turba. La formación de raíces ocurre después de aproximadamente 4 a 6 semanas. Las temperaturas en torno a los 20°C y la alta humedad son óptimas para el desarrollo. Una vez que las hojas se hayan formado en el esqueje, se puede trasplantar.
Consejos y trucos
Para una mejor germinación, las semillas deben remojarse en agua tibia durante varias horas.