El aloe vera tiene su hábitat natural en zonas donde sólo hay cortos períodos de lluvia. Por lo tanto, resiste mejor la sequedad que el exceso de humedad.
¿Cómo se debe regar el aloe vera?
El Aloe Vera se debe regar con moderación unas dos veces por semana, evitando encharcamientos y vertiendo directamente sobre el sustrato. Sin embargo, las plantas jóvenes requieren un suministro de agua más regular y deben acostumbrarse lentamente a la luz del sol.
Aloe Vera probablemente proviene de Sudáfrica. Ahora es originaria de muchas zonas tropicales y subtropicales del mundo. El aloe crece mejor en temperaturas moderadamente cálidas de alrededor de 22° Celsius y poca humedad. La planta también necesita mucha luz para prosperar.
Evitar el encharcamiento
Las hojas gruesas del aloe vera son capaces de almacenar agua y, por lo tanto, pueden sobrevivir durante largos períodos de tiempo sin agua. El aloe vera no tolera el encharcamiento. Por este motivo, el sustrato debe ser una mezcla de tierra y arena (9,00 € en Amazon) para que el exceso de agua siempre pueda fluir y salir. Es útil colocar una capa de drenaje hecha de fragmentos de cerámica y grava en el fondo de la maceta.
No regar desde arriba
Los aloes que se dejan afuera en verano se deben regar con moderación unas dos veces por semana. Después de mudarse al interior, solo debes regar cuando la tierra esté realmente seca. En cualquier caso verter directamente sobre el sustrato y no sobre las hojas.
Las plantas jóvenes necesitan un poco más de agua
Tenga en cuenta lo siguiente para las plantas jóvenes:
- todavía no son capaces de almacenar suficiente agua en sus hojas,
- dependen de la ingesta regular de agua,
- solo deben acostumbrarse lentamente a la luz del sol.
Consejos y trucos
El agua de lluvia es, como todas las plantas, ideal para regar. Sin embargo, a los frugales aloes no les importa si usas agua normal del grifo para regar.