Lavanda y sol: por qué la ubicación es crucial

Lavanda y sol: por qué la ubicación es crucial
Lavanda y sol: por qué la ubicación es crucial
Anonim

En principio, la lavanda, originaria de la región mediterránea, es una planta bastante fácil de cuidar: no necesita ser regada ni fertilizada regularmente. Sin embargo, la planta tiene exigencias especiales en cuanto a su ubicación.

sol lavanda
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¿La lavanda necesita sol directo?

La lavanda necesita un lugar protegido y a pleno sol para prosperar de manera óptima y desarrollar su alta proporción de aceites esenciales. Los lugares parcialmente sombreados pueden ser suficientes si el suelo es apropiado, pero se deben evitar los lugares parcialmente sombreados.

La lavanda necesita una mancha de pleno sol

Esto incluye colocar la lavanda en un lugar lo más soleado posible. La ubicación en el jardín debe ser a pleno sol y protegida del viento, pero también puede ser seca e incluso rocosa. Por lo tanto, lo ideal es un jardín de rocas soleado o una planta en un lecho de grava. Si el suelo es apropiado, la lavanda blanca en particular prospera en lugares parcialmente sombreados, aunque no tiene por qué estar a pleno sol, pero sí tiene que ser brillante. Sin embargo, no se recomienda un lugar a la sombra, por ejemplo en jardines o balcones orientados al norte. Tal ubicación hace que la planta se cuide sola y tarde o temprano muera.

Los aceites esenciales solo se desarrollan cuando hay suficiente sol

La lavanda tiene una proporción muy alta de aceites esenciales, por lo que las flores de la planta tienen un olor inconfundible e intenso. Especialmente si cosechas lavanda (y p.ej. Si desea utilizar flores secas, por ejemplo), necesita un lugar soleado. La lavanda sólo desarrolla su alta proporción de aceites esenciales cuando está lo suficientemente brillante y cálida.

Secando lavanda al sol

Hablando de cosechar flores de lavanda: puedes utilizar las flores intensamente fragantes de diversas maneras, por ejemplo en bolsitas perfumadas para protegerte de las polillas, en cremas y perfumes caseros o como té. Para ello, coseche las flores tan pronto como hayan florecido por completo. Extiéndelas sobre una superficie amplia sobre una toalla o algo similar y déjalas secar en un lugar cálido, seco y soleado durante unos días. Alternativamente, puedes dejar las flores en el tallo y proceder de la siguiente manera:

  • Ata los tallos de lavanda cosechados en pequeños ramos con cordel.
  • Cuelgue los ramos boca abajo en un lugar seco y cálido (por ejemplo, un ático o un cobertizo de jardín), preferiblemente bajo el cálido sol de verano.
  • Déjalos secar bien allí.
  • La lavanda está lo suficientemente seca cuando las hojas y las flores se desmoronan al tocarlas.
  • Desmenuza las partes necesarias de la planta y empácalas en un recipiente hermético.

Consejos y trucos

Riegue la lavanda lo menos posible durante el período de floración; de lo contrario, se desarrollarán concentraciones excesivas de aceites esenciales. La lavanda plantada en el jardín sólo necesita agua adicional en veranos muy calurosos, porque gracias a sus raíces pivotantes muy profundas extrae la humedad del suelo.

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