Un nido de avispas en el jardín no sólo puede ser muy molesto, sino también bastante peligroso. Pero deshacerse de los animales no es tarea fácil. Una solución es reubicar toda la madriguera de avispas. Sin embargo, es mejor dejar esta tarea en manos de profesionales.

¿Cuándo y cómo reubicar un nido de avispas?
Reubicar un nido de avispas tiene sentido si está cerca de casa, alguien en la casa es alérgico al veneno de insectos o hay niños pequeños presentes. Un profesional, como por ejemplo un apicultor, debería demoler y reconstruir el nido a unos 3-4 km de distancia.
Cuando la reubicación tiene sentido
Para decirlo desde el principio: reubicar un nido de avispas sólo merece la pena en casos muy aislados. Antes de decidirse a tomar esta medida compleja, que supone un estrés para las personas y los animales, debería haber razones realmente urgentes para ello. Estos pueden ser, por ejemplo:
- El nido de avispas se encuentra en las inmediaciones de la casa
- Usted u otro miembro de su hogar tiene alergia al veneno de insectos
- Hay niños pequeños viviendo en la casa
Las autoridades de conservación de la naturaleza sólo pueden actuar contra las avispas protegidas en tales circunstancias. En cualquier caso, es necesario aclarar oficialmente con antelación si la situación individual justifica la medida.
Además, hay que tener en cuenta que una colonia de avispas sólo dura desde la primavera hasta el otoño. Este es un período de tiempo manejable en el que puedes llegar a un acuerdo con los animales si es necesario. Sin embargo, no existe necesariamente el riesgo de que el viejo nido sea colonizado nuevamente al año siguiente, porque las reinas jóvenes fecundadas suelen buscar un nuevo lugar para fundar su estado después del invierno.
El reasentamiento
Si la situación es, por supuesto, demasiado crítica, se puede realizar un traslado del nido. Sin embargo, es mejor que lo realice de forma profesional un apicultor o una organización de conservación de la naturaleza. Porque la acción no debe subestimarse.
Básicamente, el procedimiento consiste en succionar vivas a las avispas, desmantelar o desenterrar con cuidado toda la madriguera y reconstruirla a 3-4 kilómetros de distancia. Desde esta distancia, las avispas ya no pueden encontrar el camino de regreso a su antiguo lugar y, por lo demás, no sufren daños innecesarios.
Para poder protegerse de las picaduras de avispas durante el traslado y también proteger a las avispas del estrés excesivo, los animales se ponen en un estado de penumbra con un sedante respetuoso con los animales.
Si desea probar esta aventura usted mismo, puede pedirle un remedio a un apicultor o a la autoridad local de conservación de la naturaleza. Por supuesto, también es necesaria ropa protectora para apicultores (51,00 € en Amazon). El traslado por parte de un profesional cuesta alrededor de 100 euros.