Como sugiere el nombre, los tiernos nabos son una verdura típica de primavera. Las remolachas convencen por su sabor fino y ligeramente dulce. Que las remolachas combinen bien con muchas ensaladas y tengan un excelente sabor cuando se comen crudas con una deliciosa salsa. Pero también son buenos para platos salados al horno o como guarnición de verduras. Puedes descubrir cómo conservar las verduras de temporada congelándolas en este artículo.
¿Cómo puedo congelar los nabos de mayo correctamente?
Para congelar los nabos de mayo, debes lavarlos, pelarlos, cortarlos en tiras o cubos y escaldar los nabos frescos, luego enjuagarlos con agua helada y dejarlos escurrir. Luego coloque las verduras en bolsas o recipientes para congelar y congélelas. Los nabos de mayo congelados ya no son aptos para comer crudos.
Consejos para ir de compras
Solo debes congelar los nabos que estén frescos. Puedes reconocer esto por las siguientes características:
- La piel es completamente lisa y no tiene surcos, surcos ni cortes.
- Las hojas y los tallos son crujientes y tienen un jugoso color verde claro.
- Haz la prueba del pulgar: si el nabo cede al presionarlo con el pulgar, puede que sea leñoso.
Después de comprarlos, guarde los nabos, sin lavar y con las hojas verdes, en el compartimento de verduras del frigorífico. Se quedan aquí durante una buena semana.
Congelar nabos
Si tienes muchos nabos en el jardín, puedes conservar parte de la cosecha durante unos diez meses congelándolos:
- Lavar los nabos y pelarlos con un pelador de verduras.
- Cortar en tiras o cubos según sus preferencias personales.
- Pon a hervir agua con sal en una cacerola.
- Prepara un recipiente con agua helada.
- Agrega las verduras al agua hirviendo y escaldalas durante dos minutos.
- Entonces apaga.
- Escurrir en un colador y dejar enfriar por completo.
- Vierta en bolsas para congelar o en recipientes adecuados y congélelo.
Una vez congelados, los nabos se ablandan después de descongelarlos y ya no son aptos para el consumo crudo. Sin embargo, puedes utilizarlos, todavía congelados, como nabos frescos para preparar sabrosas guarniciones o guisos. Por favor, no dejes que se cocinen por mucho tiempo, de lo contrario ya no tendrán ningún bocado.
Consejo
Puedes sembrar nabos en el jardín muy temprano en el año, por ejemplo en el marco frío. Al cabo de sólo seis u ocho semanas, con un diámetro de ocho a doce centímetros, están listas para cosechar. Se recomienda cubrir las remolachas con una red después de la germinación, ya que a las moscas de la col les encantan las delicadas hojas de las plantas.