No todo el apio es igual. El apio nabo se diferencia del apio nabo en muchos aspectos, incluso en lo que respecta a la cosecha. ¿Qué hay que tener en cuenta para que nada salga mal durante la cosecha ni después?
¿Cuándo y cómo debo cosechar el apio?
El apionabo se cosecha mejor entre finales de octubre y principios de noviembre, antes de que comience el período de las grandes heladas. En condiciones secas, levante con cuidado los tubérculos del suelo con un tenedor de excavación y retire las raíces y las hojas gruesas.
El momento adecuado de la cosecha
No hay un momento específico en el que se deba cosechar el apionabo. Se puede cosechar durante un período de tiempo más largo. En principio, la cosecha es posible a partir de agosto si se siembra a tiempo. Pero es más recomendable cosecharlo entre finales de octubre y principios de noviembre.
Cuanto más tiempo se permite que los tubérculos permanezcan en el suelo, más grandes se vuelven. Pero antes de la primera gran helada conviene sacarlos del suelo. Si los tubérculos se exponen a temperaturas inferiores a -4 °C, se dañarán. Entre otras cosas, su gusto se ve afectado.
¿Cómo proceder?
Es ideal retirar los tubérculos del suelo cuando hay sequía. A diferencia de los tallos de apio, las plantas no se cortan en la superficie, sino que los tubérculos se recogen bajo tierra.
Un tenedor para cavar (139,00 € en Amazon) puede ayudar. Úselo para hurgar debajo de los tubérculos. Ahora presione los tubérculos para sacarlos del suelo y colocarlos en la superficie. Tenga cuidado de no dañar los tubérculos. Con un poco de suerte, se pueden obtener rendimientos de entre 2,5 y 3 kg de apionabo por metro cuadrado.
Inmediatamente después de la cosecha
las fuentes de error no desaparecen de repente. Esto es a lo que debes prestar atención:
- acortar las raíces con un cuchillo
- Retuerza las hojas gruesas (elimina la humedad y luego se pueden usar como verduras para sopa)
- deja las hojas del corazón en los tubérculos
- guardar los tubérculos correctamente, p.e. B. en arena en el sótano o, alternativamente, procesar inmediatamente
Consejos y trucos
El apio se puede conservar durante unos meses. Para ello conviene no lavarlo, sino dejar que la tierra se adhiera. Esto reduce el riesgo de pudrición.