Si las hojas cambian de color, no crecen adecuadamente y toda la planta comienza a preocuparse, la menta se ve afectada por una enfermedad. Cómo puedes reconocer las enfermedades y qué debes hacer ahora.

¿Qué enfermedades pueden afectar a la menta y cómo combatirlas?
Las enfermedades comunes de la menta incluyen la roya de la menta, el mildiú polvoriento, la pudrición del portainjerto y del tallo y la marchitez por verticillium. Para combatirlos, se deben cortar los brotes afectados, cambiar el lugar y aplicar medidas que favorezcan la resistencia, como trasplantes regulares.
Enfermedades comunes de la menta
- Óxido de menta
- Moho
- Pudrición de raíces y tallos
- Marchitez por Verticillium
Óxido de menta
Esta es una enfermedad fúngica que se nota a través de brotes engrosados y secos y manchas en las hojas. La roya de la menta ocurre con bastante frecuencia y se ve favorecida por la humedad excesiva.
Si notas la infestación a tiempo, corta todos los brotes hasta el suelo. Haga una decocción de cola de caballo colocando hierba fresca en agua durante dos o tres días y luego cuélela.
Rocíe la planta de menta infectada varias veces con el caldo. Si la infestación está avanzada, la única solución suele ser arrancar la menta por completo y plantar o sembrar nuevas hierbas en otro lugar.
Moho
Si las hojas muestran una capa de color blanco grisáceo, el responsable es el oídio. Ocurre particularmente frecuentemente en tiempo húmedo.
Corte todos los brotes afectados cerca del suelo. Fertilice las plantas con estiércol de ortiga para fortalecerlas.
Pudrición de raíces y tallos
Puedes reconocer esta enfermedad cuando la parte inferior de los tallos de menta se ablanda y se pudre. La pudrición ocurre cuando la menta está demasiado húmeda. Asegúrese de que el agua de riego y de lluvia pueda escurrirse.
Marchitez por Verticillium
Si las hojas cuelgan sin fuerzas y comienzan a marchitarse aunque riegas con regularidad, la menta sufre marchitez verticillium. Está causada por un hongo y es difícil de combatir. Por lo tanto, puede tener sentido deshacerse completamente de las plantas infectadas.
La prevención es la mejor protección
En un lugar favorable, la menta crece vigorosamente, por lo que las enfermedades no le molestan tanto. Básicamente, debes asegurarte de no plantar la menta demasiado densamente, de que el suelo sea permeable y contenga suficientes nutrientes.
Consejos y trucos
Para que su menta sea más resistente a las enfermedades, nunca deje la hierba en un solo lugar por mucho tiempo. Trasplante las plantas cada tres a cinco años. Esto significa que los patógenos de las enfermedades de la menta no pueden propagarse tan rápidamente.