Es bien sabido que existen muchas opciones para que los propietarios y los propietarios conviertan las ventajas fiscales actuales en dinero valioso. Pero los jardineros aficionados también pueden pedir a las autoridades fiscales que paguen con su declaración de impuestos anual y ahorrar mucho dinero de forma totalmente legal. El requisito básico es que se debe cumplir con la fecha límite de presentación de la declaración de impuestos y cualquier reembolso solo se puede reclamar para el año fiscal anterior.
¿Cómo pueden los jardineros aficionados optimizar sus declaraciones de impuestos?
Los jardineros aficionados pueden deducir en su declaración de impuestos los costos de trabajos de jardinería como servicios relacionados con el hogar o servicios de artesanía. En este caso, son deducibles de impuestos el 20 % de los costes salariales o un máximo de 1.200 € para trabajos de jardinería y 2.000 € para servicios artesanales puntuales.
A partir de este año, por primera vez, tienes hasta el 31 de julio para presentar a Hacienda los documentos del año 2017. Si contratas a un asesor fiscal, podrás hacerlo incluso hasta finales de febrero de 2019. Además, a partir de 2018 ya no será necesario aportar documentos. Los documentos como recibos, facturas y extractos bancarios sólo deben conservarse y transmitirse previa solicitud por escrito de la oficina de impuestos.
Cómo el diseño de jardines se convierte en una “carga extraordinaria”
Los beneficios fiscales pueden ser reclamados por los propietarios y sus inquilinos tan pronto como encarguen trabajos de jardinería. No importa si se trata de rediseñar el jardín o crear uno nuevo. Sin embargo, hay algunos principios importantes que aún debes tener en cuenta para poder esperar un reembolso:
- El propietario debe vivir él mismo en la casa que pertenece al jardín. También puede ser una casa de vacaciones que normalmente no se utiliza durante todo el año y la propiedad puede incluso estar ubicada en otros países europeos, siempre que la residencia principal esté dentro de Alemania.
- Los trabajos de jardinería considerados no pueden realizarse al mismo tiempo que la construcción de una nueva casa o de un jardín de invierno.
- Se puede deducir de impuestos como máximo el 20 por ciento de los costes salariales acumulados al año más un máximo de 1.200 euros.
Además, el legislador define importantes diferencias en cuanto a la definición de servicios domésticos y artesanales, que también deben desglosarse en la declaración de la renta según el tipo efectivamente realizado.
Servicios de artesanía y artículos relacionados con el hogar: la diferencia
Los servicios relacionados con el hogar pueden regresar en ciertos intervalos de tiempo. Un buen ejemplo de esto es cortar el césped, algo que realizan periódicamente los miembros del hogar o ayudantes comerciales. De su impuesto anual sería deducible el 20 por ciento de 20.000 euros, lo que corresponde a un importe de devolución de 4.000 euros al año. Por el contrario, los servicios artesanales prestados por empresas tienen un carácter único, como la reparación de una caldera, la construcción de una nueva terraza en la casa o la construcción de un pozo para el suministro de agua. Se pueden registrar los costos de mano de obra facturados, materiales y costos de alquiler de maquinaria de construcción. El importe máximo anual es de 2.000 euros. Si surgen costos más altos, puede trabajar con facturas parciales o deducciones durante dos años.
¿Qué más es importante para la desgravación fiscal?
Tenga en cuenta que aquí no se puede tener en cuenta la ayuda vecinal, ya que los trabajos manuales siempre deben ser realizados por una empresa registrada. Los costes que surgen fuera de su propiedad, por ejemplo al quitar la nieve de la acera o podar los setos en terrenos comunitarios, no tienen efecto reductor de impuestos. Conservar tanto las facturas como los extractos bancarios correspondientes durante al menos dos años. Evite pagar en efectivo al recibirlo y, en su lugar, utilice transferencias bancarias para pagar las facturas del personal de mantenimiento. Para proyectos de construcción más importantes en la propiedad o en el jardín, puede resultar útil consultar con el asesor fiscal.