La planta de incienso (Plectranthus botánico), que no debe confundirse con el árbol de incienso (Boswellia), es una de las plantas ornamentales no venenosas. Sin embargo, dado que el olor indica una alta concentración de aceites esenciales, las plantas de incienso no son aptas para el consumo.
¿Es venenosa la planta de incienso?
La planta de incienso (Plectranthus) no es venenosa para los seres humanos ni para los animales. Sin embargo, debido a su alto contenido de aceite esencial, no debe consumirse ya que puede causar náuseas.
La planta del incienso no es venenosa
La planta de incienso no contiene toxinas, por lo que está clasificada como no tóxica para humanos o animales. Sin embargo, debes evitar consumir los brotes ya que la planta contiene muchos aceites esenciales que pueden causar náuseas.
Puedes cultivar plantas de incienso de forma segura en el balcón o incluso como planta de interior si no te importa el fuerte olor. No se puede descartar que a los gatos en particular no les guste el olor. Por lo tanto, cultive plantas de incienso sólo si todos los habitantes humanos y animales pueden manejarlas.
Las plantas de incienso no son resistentes
Las plantas de incienso generalmente solo se mantienen anuales porque no son resistentes. Deben mantenerse en el interior durante el invierno. Encontrar un buen lugar para ello no es fácil. Debe ser luminoso y fresco, pero libre de escarcha.
Desafortunadamente, la planta del incienso también desprende su olor típico durante el invierno. Si usted o sus mascotas son muy sensibles a los olores, debe evitar por completo las plantas de incienso. Como alternativa, cultívelas únicamente como plantas anuales para evitar olores desagradables en la casa durante el invierno.
Consejo
Algunas variedades de la planta de incienso desprenden un olor a incienso tan fuerte que se plantan en los límites de las propiedades como las llamadas "plantas cabreadoras". Deberían mantener a los animales alejados del jardín. Mientras algunos jardineros confían en esta medida, otros están convencidos de su inutilidad.