Los suelos húmedos pueden causar problemas no sólo a la hora de construir una casa. La humedad acumulada también es indeseable en el jardín, en los prados o en los huertos. El drenaje adecuado depende de varios factores. En algunos casos, se requiere aprobación.
¿Cómo puedo drenar un suelo húmedo?
Para drenar el suelo húmedo, puede crear sistemas de drenaje abiertos o cerrados que discurran a diferentes profundidades. Los sistemas de drenaje locales, que consisten en un agujero revestido con lana y lleno de arena y grava, ayudan a la acumulación selectiva de agua.
Planificación previa
Dado que cavar una zanja para drenar las precipitaciones afecta los derechos de agua, la mayoría de los proyectos de construcción requieren aprobación. Por lo tanto, deberá elaborar un plan preciso y presentarlo a la autoridad responsable. Los contactos potenciales son las autoridades de construcción o las autoridades encargadas de la protección de la naturaleza y el agua.
Reglas Importantes
Las zanjas creadas para drenar el suelo deben tener una pendiente de al menos uno por ciento. Es importante que el agua fluya hacia un suelo seguro y que tenga suficiente volumen de absorción. El sistema de acequias no debe tener una conexión directa con los ciclos naturales del agua. Para evitar que la zanja se derrumbe, es necesario apoyarla y asegurarla.
Profundidades recomendadas:
- Césped: al menos 30 a 50 centímetros
- Huerta: unos 50 a 80 centímetros
- Huerto: alrededor de 80 a 150 centímetros
Crear zanjas de drenaje
Son posibles tanto sistemas de drenaje abiertos como cerrados. Si los canales permanecen abiertos, existe riesgo de contaminación por hojas y otros materiales. Las rejillas de malla estrecha protegen el sistema de la contaminación. Se utiliza un lecho de grava para aumentar el área de infiltración. El ancho y la profundidad de las zanjas se pueden adaptar a la cantidad de lluvia. La función de descarga se puede regular de esta manera.
Si se van a cerrar los pasillos, son adecuados los tubos o el hormigón. El drenaje se puede colocar completamente bajo tierra para que no haya ningún impacto estético. El riesgo de contaminación es bajo. Dado que en esta variante el agua no puede filtrarse a través de las paredes y el suelo, sino que sólo se drena, en última instancia son necesarias fosas sépticas o depósitos colectores.
Drenaje puntual
Si el agua se acumula regularmente en determinadas zonas del jardín, estos charcos se pueden drenar mediante sistemas de drenaje locales. Haga un agujero de unos 50 centímetros de profundidad en los lugares adecuados con una barrena (18,00 € en Amazon). Cúbralo con vellón y llénelo con arena y grava hasta justo debajo del nivel del suelo. La medida se completa con la extensión de la capa superior del suelo.