A pesar de su tamaño relativamente compacto, la fruta columnar también puede producir un rendimiento de fruta sorprendentemente alto. Para garantizar que las plantas tengan los nutrientes necesarios, se debe tener cuidado durante la plantación y, además, garantizar que la fertilización se adapte exactamente a las necesidades de las plantas.
¿Cómo se debe fertilizar adecuadamente la fruta columnar?
Para fertilizar adecuadamente la fruta columnar, use un fertilizante a base de nitrógeno a largo plazo en primavera y un fertilizante con bajo contenido de nitrógeno pero mayor contenido de potasio y fosfato a fines del verano. Así se favorece el crecimiento, la fructificación y la resistencia de las plantas al invierno.
El malentendido sobre la fertilización de frutos columnares
Algunos jardineros aficionados amantes de las frutas tienden a ser excesivamente cautelosos al fertilizar frutas columnares. Al parecer, en algunos jardines circula la opinión de que una fertilización constante de las plantas jóvenes de aspecto delicado provocaría un crecimiento excesivo e indeseable de las plantas. Esto sólo puede ocurrir de forma muy limitada en árboles frutales que han sido criados específicamente para su uso como fruta columnar, ya que el hábito de crecimiento está definido genéticamente en la mayoría de los casos. Generalmente se seleccionaban frutos columnares por su rendimiento especialmente alto. Por eso es importante, especialmente cuando se cultiva en jardineras, aportar siempre cantidades suficientes de nutrientes para la formación de los frutos. Esto sólo es parcialmente posible con compost y estiércol animal, por lo que para fertilizar frutos columnares se suelen recomendar fertilizantes ricos y de larga duración en forma líquida o sólida (granulados).
Fertilice inmediatamente al plantar y trasplantar
Si se plantan al aire libre variedades de frutas columnares, como peras columnares o ciruelas columnares, el hoyo de plantación debe cavarse al menos dos veces más grande que el patrón del árbol. Se puede sentar una buena base para un crecimiento posterior llenando el hoyo de plantación con una mezcla de tierra de jardín, abono maduro y estiércol de establo. Las plantas en macetas también pueden tolerar una cierta cantidad de fertilizante orgánico cuando se plantan. Esto se puede renovar cuando se reemplaza el sustrato si los árboles se trasplantan a una maceta más grande aproximadamente cada dos o tres años. Para el abonado prolongado del sustrato son adecuados, entre otros, los siguientes fertilizantes:
- abono maduro
- estiércol animal
- Harina de roca primitiva
- Virutas de cuerno
El momento adecuado y la interacción de diferentes fertilizantes
La fruta del pilar debe fertilizarse al menos una vez al año, pero también puede ser apropiado fertilizarla dos veces al año. En primer lugar, las plantas deben recibir fertilizante en primavera, tan pronto como aparezcan las primeras hojas. Con esta fertilización se puede utilizar un fertilizante a base de nitrógeno de larga duración para árboles frutales. El nitrógeno que contiene estimula la formación de hojas y el crecimiento de la masa vegetal, lo que sienta las bases para un buen rendimiento. A finales del verano se puede realizar un segundo abono, aunque conviene utilizar un abono con bajo contenido de nitrógeno para que no se formen nuevos brotes poco antes del inicio del invierno. El fertilizante para la fertilización de frutos columnares a finales del verano, por otro lado, debería contener más potasio y fosfato. Estas sustancias favorecen el carácter leñoso de los brotes jóvenes y garantizan así la necesaria resistencia al invierno de las plantas.
Consejo
No siempre es sólo una mala ubicación o un fertilizante inadecuado si los rendimientos de frutos columnares varían mucho. En el caso de las manzanas columnares, puede suceder que después de un año con un cuajado de frutos muy alto, al año siguiente apenas se descubran flores en el árbol. Esto se debe a que las plantas cultivadas para un alto rendimiento de frutos “utilizan” tanta energía para madurar los frutos que apenas queda nada para la producción de botones florales para el año siguiente. Por este motivo, por ejemplo, en el caso de manzanas columnares especialmente ricas, se deben retirar con antelación partes de la posible cosecha y dejar sólo entre 20 y 30 frutos (dependiendo del tamaño y la variedad) en el árbol para que maduren.