Dado que las diversas especies de agave se han extendido por casi toda la región mediterránea desde su asentamiento humano, se han convertido, en cierto sentido, en un anhelante símbolo botánico de muchas regiones costeras de Italia, Francia y España. Si los jardineros aficionados quieren crear un ambiente mediterráneo en su propio jardín con este género de plantas tan económico, deben tener en cuenta las necesidades especiales de los agaves.
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¿Cómo cuido adecuadamente mis agaves en el jardín?
Para cuidar los agaves en el jardín, elija un lugar soleado en verano, riegue solo cuando el suelo esté seco y plántelos en un suelo bien drenado que contenga grava o arena. Pase el invierno las plantas en macetas en una habitación luminosa y proteja los agaves del exterior del exceso de humedad con una cubierta.
Plantas de agave colocadas estacionalmente en el jardín
La mayoría de los agaves en jardines privados se cultivan en macetas porque no son lo suficientemente resistentes en este país. En verano, las plantas pueden tolerar un lugar muy soleado y cálido en la terraza o a lo largo de la pared sur de la casa. Solo debes regar los agaves en macetas cuando la capa superior de tierra ya esté seca y ligeramente desmenuzable. Los agaves en macetas se deben trasplantar a una maceta más grande aproximadamente cada dos o tres años, aunque no se deben regar inmediatamente después del trasplante. Si los agaves en macetas han pasado el invierno en un lugar invernal no tan luminoso, es aconsejable aclimatar los agaves lentamente en un lugar parcialmente sombreado al comienzo de la temporada al aire libre.
Cuidando las plantas de agave plantadas en el jardín
En algunas zonas vitivinícolas templadas, ciertos tipos de agave pueden incluso crecer al aire libre durante todo el año, por ejemplo:
- Agave parryi
- Agave megalacantha
- Agave toumeyana
- Agave utahensis
Estas especies suelen tolerar heladas breves de hasta -15 grados centígrados, pero en el exterior también pueden surgir otros problemas. Para evitar que los agaves se pudran en invierno, las plantas deben colocarse en un suelo lo más permeable posible y que contenga grava o arena.
Cuidado con las espinas de los agaves
Las espinas largas y afiladas de los agaves pueden resultar molestas no sólo cuando se transportan a los cuarteles de invierno, sino que también suelen estar exactamente a la altura de los ojos de muchos niños. No se debe subestimar una lesión en las espinas del agave, ya que no sólo es extremadamente dolorosa, sino que además se cura con relativa lentitud. Pero puedes estar seguro simplemente eliminando el peligro de las espinas de tus agaves con corchos de botella o un material similar. Muchos jardineros simplemente cortan las espinas, pero esto representa un riesgo innecesario de enfermedades para las plantas y no hace que los agaves luzcan muy estéticos incluso después de que las heridas hayan sanado.
Consejo
La mayor amenaza para los agaves en el jardín es el exceso de humedad. Esto se puede evitar con un techo o una cubierta especial en invierno. Plante los agaves lo más ligeramente posible en ángulo para que el agua de lluvia pueda escurrir por la roseta de hojas.