Para muchas semillas de plantas no importa si están claras u oscuras: germinan tan pronto como se dan las condiciones adecuadas, como calor y humedad. Otras semillas, en cambio, necesitan absolutamente la oscuridad para germinar, los llamados germinadores oscuros o luz. Estos últimos se denominan germinadores ligeros. Lavanda también está incluida.

¿La lavanda germinada requiere luz?
Sí, la lavanda es un germinador ligero y necesita suficiente brillo para germinar. Por lo tanto, las semillas deben cubrirse sólo una fina capa o nada de tierra y la bandeja de plantas o la maceta de cultivo deben colocarse en un lugar luminoso. Opcionalmente, una lámpara vegetal puede proporcionar luz adicional.
Asegúrese de que haya suficiente brillo
La lavanda generalmente se propaga a partir de esquejes, pero también puedes cultivar tú mismo las plantas con flores a partir de semillas a partir de febrero. Las semillas de lavanda disponibles comercialmente generalmente provienen de lavanda real y rara vez son puras. Esto significa que las plantas de lavanda cultivadas a partir de semillas pueden tener un aspecto muy diferente. Al sembrar lavanda, hay que tener cuidado de no cubrir las finas semillas con tierra, o solo cubrirlas muy finamente. La lavanda es un germinador ligero y por tanto requiere brillo para que los granos comiencen a germinar. Por este motivo, se necesita un lugar lo más luminoso posible para colocar el macetero o la maceta. Sin embargo, como febrero suele ser demasiado oscuro para las plantas mediterráneas bañadas por el sol, una lámpara especial para plantas (79,00 € en Amazon) puede proporcionar más brillo.
Sembrar lavanda correctamente
Para garantizar el éxito en la siembra de lavanda, hemos preparado los siguientes consejos para usted:
- Si es posible, prefiere la lavanda hacia el final del invierno/primavera.
- De lo contrario, puede suceder que las plantas comiencen a florecer demasiado tarde y no puedan madurar antes del invierno.
- Toma una maceta de vivero, un recipiente para plantar o un invernadero interior.
- Rellene con tierra para macetas pobre en nutrientes. La tierra de hierbas también suele funcionar muy bien.
- Presiona la tierra ligeramente.
- Moja el sustrato con agua de un atomizador, pero no debe quedar mojado.
- Siembra las semillas finas en el suelo.
- Presiónelos ligeramente en la tierra húmeda.
- Coloca el orinal en un lugar luminoso y cálido.
- Si es necesario, instale otra lámpara vegetal.
- Las plántulas se arrancan y se trasplantan tan pronto como las primeras hojas tiernas hayan crecido junto a los dos cotiledones.
Consejos y trucos
A diferencia de muchas otras semillas, la lavanda no necesita un clima de invernadero para germinar, por lo que es mejor evitar que se coloquen bolsas o film plástico sobre la maceta. La lavanda germina mejor a temperaturas de unos 15 °C.