El jengibre es un tubérculo potente que encaja perfectamente en los platos asiáticos. La planta es muy popular por sus ingredientes que promueven la salud. Se puede cultivar fácilmente en maceta si las condiciones son las adecuadas.
¿Cómo plantar jengibre desde la raíz?
Para cultivar jengibre desde la raíz, elija un rizoma regordete, corte trozos de 2-3 cm de largo con al menos un ojo y déjelo secar. Plante la pieza en una maceta ancha con tierra bien drenada, con el ojo hacia arriba. Mantenga la tierra húmeda y cálida (20-28°C) para un crecimiento óptimo.
Crecimiento
La planta perenne desarrolla un rizoma subterráneo. Esto forma numerosas raíces adventicias, que con el tiempo se ramifican y proporcionan así el aspecto típico de la raíz de jengibre. El sistema de raíces se extiende horizontalmente en el suelo, por lo que al cultivar hay que elegir la maceta más ancha posible.
Ingredientes
El tejido interno es de color amarillo brillante y tiene un sabor aromático, picante y picante. Los aceites esenciales y la sustancia gingerol, responsable del sabor picante, son responsables del sabor. El jengibre es beneficioso para la salud. La planta contiene principios activos que favorecen la digestión, fortalecen el estómago y estimulan el apetito y la circulación. Apoya la actividad metabólica y te ayuda a perder peso. El té de jengibre contrarresta la proliferación de virus y fortalece el sistema inmunológico, por lo que la planta se considera un remedio popular para los resfriados.
Plantando raíces
Tanto los bulbos de jengibre frescos como los restos secos y viejos son adecuados para cultivar en tu propia maceta. Sin embargo, cuanto más viejo es el rizoma, menor es la capacidad de germinación. Los rizomas de raíces regordetas, por el contrario, garantizan un crecimiento saludable y una gran masa foliar.
Procedimiento
Puedes utilizar un tubérculo entero o trozos individuales. Corta trozos del rizoma de unos dos o tres centímetros de largo que tengan al menos un ojo. Deje que el corte se seque al aire durante varios días. Esto cierra la herida para que no se pudra más tarde.
Cultivando jengibre:
- llena una maceta lo más ancha posible con tierra bien drenada
- cava un hoyo de cinco centímetros de profundidad
- Presiona el trozo de rizoma en el suelo de modo que el ojo apunte hacia arriba
- cubrir con tierra y humedecer ligeramente
Cuidados y condiciones del sitio
Los rizomas del jengibre brotan cuando la maceta está en un lugar cálido con temperaturas entre 20 y 28 grados centígrados. Los primeros brotes aparecen al cabo de unas semanas. Si el termómetro cae por debajo de este rango, el proceso de germinación se prolonga. El sustrato debe estar uniformemente húmedo pero no mojado. Después de que las hojas hayan brotado, la planta necesita tanto sol como sea posible.
Cosechando la raíz
En la próxima temporada de crecimiento, la planta recolecta energía a través de sus hojas y la almacena en el rizoma. El follaje se arruga y marchita por completo a medida que los días se acortan. Se necesitan al menos ocho meses hasta que puedas sacar los tubérculos del suelo y utilizarlos. Alternativamente, el jengibre se puede invernar a unos diez grados para que los órganos de supervivencia broten la próxima primavera.
Consejo
Cocine a fuego lento las cáscaras de jengibre orgánico hasta que el agua tenga un color amarillento y un sabor picante. Sazone el caldo con sal y pimienta.