Excavar en otoño es una medida que se ha practicado durante generaciones. Con la llegada de la jardinería orgánica, este enfoque fue cuestionado. La necesidad de excavar un suelo en otoño depende del tipo de suelo y de las condiciones climáticas.
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¿Cuándo deberías cavar la tierra del jardín en otoño?
Excavar en otoño depende del tipo de suelo, las condiciones climáticas y la infestación de plagas. En suelos ligeros y ricos en humus, basta con aflojarlos, mientras que en suelos arcillosos pesados es necesario desenterrar. Lo ideal es excavar cuando el suelo esté seco en otoño o principios de primavera.
Cuándo se recomienda excavar
El tipo de suelo determina si tiene sentido cavar. Para no perturbar innecesariamente la vida sensible en las capas de tierra, se debe sopesar la excavación con el aflojamiento. Se recomienda volver a colocar capas si los caracoles se han extendido por las camas. Ponen sus huevos protegidos debajo de hojas y partes muertas de plantas. Al excavar, las nidadas salen a la superficie, donde mueren debido a la luz solar o las heladas. Crear una nueva cama también requiere excavar.
Estas son las ventajas de cavar:
- Promover el crecimiento de plantas y raíces
- mejora de la capacidad de absorción de agua del suelo
- circulación de aire optimizada
- Eliminación de compactaciones
Trabajando suelos livianos y pesados
Cuando se trabaja en suelos ligeros y ricos en humus, el momento juega un papel menor, ya que no es necesario excavar dichos suelos. Basta con aflojarlo con un tenedor de excavación (139,00 € en Amazon) o con un diente de cerda. El suelo es menos propenso a compactarse, por lo que puedes evitar cavar y volver a colocar capas. Esto evitará alteraciones innecesarias en la estructura del suelo.
Se recomienda excavar en suelos arcillosos pesados. Las herramientas de jardín para aflojar fallan en estas superficies difíciles de trabajar. El otoño es ideal porque, debido a las bajas temperaturas, los organismos del suelo, como las lombrices, se han retirado a capas más profundas de la tierra. El comienzo de la primavera también es adecuado para excavar debido a las bajas temperaturas. Si luego se producen heladas, los trozos gruesos de tierra se rompen y se puede volver a aflojar el sustrato desmenuzable antes de plantar.
Considere el contenido de agua
Tanto al aflojar como al cavar, es importante que la tierra no esté demasiado húmeda. Cuando se camina y se trabaja sobre suelo húmedo, las capas del suelo se compactan. La compactación puede ser tan profunda que ya no es posible eliminarla con medidas de labranza convencionales. Las lluvias tardías del otoño provocan que el suelo recién excavado se vuelva fangoso. Si el otoño es muy lluvioso, conviene esperar a que lleguen las primeras heladas o posponer las medidas hasta la primavera.