Para que la clemátide esté a la altura de su reputación como excelente ejemplo de planta trepadora glamorosa, es importante un cuidado profesional. Aquí los jardineros aficionados reciben las herramientas que necesitan para cultivar perfectamente las clemátides. Encuentre respuestas a todas las preguntas fundamentales.
¿Cómo cuido mi clemátide con éxito?
Una clemátide necesita un suelo ligeramente húmedo, un aporte suficiente de nutrientes mediante fertilización, una poda regular según la variedad y el momento de floración, protección contra enfermedades como la marchitez y el mildiú de la clemátide y, si es necesario, protección invernal. Las plagas se pueden evitar fortaleciendo las plantas y diseñando jardines cercanos a la naturaleza.
¿Cómo regar la clemátide?
La clemátide desarrolla sus flores más hermosas en un suelo constantemente ligeramente húmedo. Este requisito hay que tenerlo en cuenta tanto en el jardín como en la maceta. Por lo tanto, revise periódicamente la superficie de la tierra con el pulgar. Si el sustrato se siente seco, riegue directamente en el área de la raíz.
¿En qué dosis se debe fertilizar la clemátide?
Solo un suministro suficiente de nutrientes proporciona a la majestuosa clemátide suficiente energía para producir la enorme masa de hojas y la densa floración floral. Por lo tanto, fertilice la clemátide así:
- Con abono especial mineral-orgánico en marzo/abril y junio/julio en dosis de 100 gramos por metro cuadrado
- Fertilice las clemátides en maceta cada 4 semanas de marzo a septiembre con 20 gramos de fertilizante granulado
- Después de cada fertilización en el jardín y en la jardinera, riega generosamente
Como alternativa, fertilice con abono y virutas de cuerno cada 8 a 14 días de marzo a septiembre. Alternativamente, administre estiércol de consuelda rico en potasio, opcionalmente mezclado con estiércol de ortiga.
¿Qué es importante al podar?
Si cuidas adecuadamente a Clematis, la poda regular juega un papel esencial. No se deben agrupar las diferentes especies y variedades. Para una mejor orientación, se distinguen 3 grupos de esquejes en función del respectivo período de floración. Cómo hacerlo bien:
- Clematis de floración temprana (grupo de poda 1) cortadas a un tercio o a la mitad después de la floración en mayo/junio
- Clemátide que florece en verano (grupo de poda 2) a finales del verano - agosto/septiembre - acorte al menos un 30 por ciento
- Flores cortas de otoño en gran medida en noviembre/diciembre o febrero/marzo para un crecimiento compacto
- Las frutas generalmente se obtienen inmediatamente debido al alto consumo de energía
Después de plantar, cada clemátide joven recibe un esqueje de plantación en la primera primavera. Para ello, corte la planta joven a 30 o 50 centímetros para que se ramifique exuberantemente y desarrolle un hábito tupido. Las especies silvestres de clemátide que florecen en primavera en los brotes del año anterior sólo deben cortarse cuando la floración haya disminuido.
¿Qué enfermedades amenazan a la clemátide?
La espada de Damocles de la clemátide marchita cuelga sobre la clemátide de flores grandes. Se trata de una infección por hongos que puede reconocerse en la primera etapa por manchas marrones con una aurícula amarilla. A medida que avanza el proceso, toda la hoja se vuelve marrón y se cae. Los brotes tampoco se salvan. Cómo reaccionar correctamente:
- Elimine las hojas infectadas inmediatamente al primer signo
- No tirar al compost sino a la basura doméstica
- Trate las clemátides infectadas con un fungicida (11,00 € en Amazon) contra las infecciones por hongos
- Si los brotes están infectados, corte toda la planta cerca del suelo
Incluso si cuidas adecuadamente la clemátide, el moho no perdona a la planta trepadora. Si hay una capa de color blanco harinoso en el follaje, trate la infección con Naturen Bio-Netzulfur o Atempo Kupfer-Fungzfrei. En el control biológico del mildiú se ha demostrado que es eficaz la pulverización repetida con una mezcla de 100 mililitros de leche fresca y 1 litro de agua.
¿Qué plagas acechan a la clemátide?
Si una clemátide es atacada por plagas, los jardineros aficionados suelen tener que lidiar con las siguientes bestias:
- cochinillas cuando aparecen en masa en el jardín
- Pulgones, las plagas omnipresentes no perdonan a las clemátides
- Los gorgojos negros mordisquean hojas, flores y raíces por la noche
- Las tijeretas atacan los estambres
- Los trips chupan la savia de la clemátide
Si cuidas adecuadamente tu clemátide, también fortalecerás su resistencia a las plagas. Además, en un jardín natural se instalan muchos depredadores naturales de estas plagas, como sapos, pájaros, avispas parásitas, erizos y otros insectos beneficiosos. Por lo tanto, cree refugios como setos, montones de hojas, muros de piedra seca y troncos de árboles huecos.
¿Es necesaria la protección invernal?
Plantadas en el jardín, la mayoría de las especies y variedades de Clematis resultan resistentes. Sólo se recomienda una protección ligera durante el invierno durante el primer año. Así debería ser:
- Apila una capa gruesa de hojas o paja sobre las plantas jóvenes
- Como alternativa, cubrir con yute o vellón de jardín
Si el invierno es helado pero sin nieve, la clemátide se ve amenazada por el estrés de la sequía. Cuando hay heladas, los jardineros aficionados prudentes riegan las clemátides en los días sin heladas.
Mantener alejado de las heladas en la maceta todos los años
En vista de la posición expuesta del cepellón en la maceta, recomendamos proteger la clemátide durante el invierno todos los años. Coloque el cubo sobre una base de madera aislante y cubra el recipiente con plástico de burbujas.
Consejos y trucos
Se puede persuadir a algunas de las clemátides de floración temprana para que vuelvan a florecer en el verano. Limpiar bien la clemátide después de las primeras flores y, en particular, quitar todos los tallos de los frutos. En lugar de producir semillas, la planta trepadora invierte su energía en otra flor que florece después de 6 a 8 semanas.