Es tan devastador cuando la clemátide simplemente no quiere florecer. Te contamos aquí cuáles son las causas y cómo puedes remediarlas. Así atraes flores a tu clemátide.
¿Por qué mi clemátide no florece?
Si una clemátide no florece, esto puede deberse a una ubicación incorrecta, a un suministro insuficiente de agua y nutrientes o a una poda incorrecta. Compruebe las condiciones de luz, temperatura y suelo, riegue y fertilice periódicamente y preste atención al momento adecuado de corte.
La ubicación incorrecta causa preocupaciones sobre las flores
Si la clemátide se niega a florecer, no se siente cómoda en el lugar. Por lo tanto, verifique si existen las siguientes condiciones de luz, temperatura y suelo:
- Lugar soleado o parcialmente sombreado
- Cálido con temperaturas de 15 a 22 grados centígrados
- Protegido de la lluvia y fuertes vientos
- Suelo permeable, rico en humus, rico en nutrientes
- Fresco y sin riesgo de encharcamiento
La clemátide concede especial importancia a una cabeza soleada y una base sombreada. Si el área de la raíz se expone regularmente a la luz solar directa, la clemátide no florecerá. Una plantación sombreada de plantas ornamentales de crecimiento débil, como cojines azules o campanillas moradas, resuelve el problema, al igual que una capa de tierra de pino, guijarros o mantillo de corteza.
Hambrienta y sedienta la clemátide no florece
Un suministro equilibrado de agua y nutrientes crea la base fundamental para las magníficas flores de clemátide. Si la planta trepadora se desequilibra en este sentido, no aparecerán flores. Por lo tanto, preste especial atención a estos aspectos del cuidado:
- Riegue la clemátide regularmente sin causar encharcamiento
- En marzo/abril y junio/julio, abonar con fertilizante especial (9,00 € en Amazon)
- Como alternativa, de marzo a septiembre, suministrar abono, virutas de cuerno o fertilizante de guano cada 8-14 días
- Fertilice alternativamente con estiércol de consuelda rico en potasio
La poda en el momento equivocado priva a la clemátide de sus flores
Las clemátides que florecen en primavera depositaron sus cogollos el año anterior. Cualquiera que utilice tijeras a finales del invierno priva a la clemátide de cualquier posibilidad de producir una floración exuberante. Por lo tanto, las especies populares como Clematis alpina y Clematis montana se cortan después de la floración. Corte los especímenes de verano y de floración tardía para darles forma en noviembre/diciembre.
Consejos y trucos
Aunque la clemátide resiste naturalmente las temperaturas heladas, las heladas tardías amenazan con provocar un fracaso total de la floración. Para que los cogollos de las especies de Clematis de floración temprana no se congelen, los jardineros aficionados con experiencia vigilan la previsión meteorológica hasta mediados o finales de mayo. Si los santos del hielo atacan con temperaturas bajo cero, proteja a la clemátide por la noche con un vellón de jardín o un saco de yute.