La avellana se está extendiendo rápidamente y crece salvajemente en muchos rincones sin la intervención de los jardineros. Éstas son razones para creer que no necesita muchos cuidados. ¿Pero es ese realmente el caso?
¿Cómo se cuida adecuadamente una avellana?
El cuidado de las avellanas incluye riego ocasional con agua sin cal, abono o fertilizante líquido, topiario opcional y control de enfermedades y plagas, especialmente contra el escarabajo de la avellana. También es importante retirar las nueces afectadas para prevenir la infestación de larvas.
Riego: ¿Cómo, cuándo y con qué frecuencia?
Para que el riego no desempeñe un papel importante en el tratamiento de la avellana, conviene aflojar bien la tierra al plantar este árbol. Esto significa que el agua se puede almacenar mejor. El resultado: a partir del segundo año ya no es necesario regar.
Sin embargo, en épocas secas y en lugares de pleno sol, la avellana debe regarse regularmente. Es mejor inundar vigorosamente el área de la raíz una vez en lugar de regar varias veces con vacilación. Lo ideal es utilizar agua sin cal o agua de lluvia para el riego. La avellana no tolera bien la lima.
¿Es necesario fertilizante?
Al plantar avellanas, se debe agregar abono al suelo. En caso contrario, la avellana se puede enriquecer con nutrientes cada dos años con compost (12,00 € en Amazon) o una vez al año con un fertilizante líquido completo.
¿Se debe cortar la avellana?
La avellana se puede cortar, aunque no es necesario. Tolera bien tanto el modelado como el raleo y la poda radical. Luego felizmente lo persigue.
Tenga en cuenta lo siguiente al cortar:
- Tiempo: en el otoño, después de cosechar las nueces
- Si cortas avellanas en primavera, puedes esperar rendimientos más bajos en otoño
- elimina las ramas más viejas y las que están demasiado juntas
- cortar los brotes silvestres (resultantes de las raíces)
- Los errores al cortar se perdonan rápidamente
¿Qué enfermedades y plagas pueden dificultarle la vida?
No existen enfermedades específicas que afecten a las avellanas. Sin embargo, existe una plaga que puede complicar la vida a los jardineros. Es el escarabajo de la avellana. Perfora las cáscaras de las avellanas y se come las semillas que contienen. Luego le gusta depositar sus larvas dentro de las nueces.
Consejos y trucos
Declarar la guerra al escarabajo de la avellana: Deseche todas las nueces afectadas, incluidas las que están en el suelo. Entonces las larvas desaparecen y no tienen ninguna posibilidad de atacar las nueces el próximo año.