El olivo, también conocido como “olivo” en escritos antiguos como la Biblia, se cultiva en la región mediterránea desde hace varios miles de años. Por este motivo, la planta se adapta perfectamente a las condiciones climáticas del lugar.
¿Qué temperaturas prefiere el olivo?
Los olivos prefieren temperaturas entre 30 y 40 °C en verano y de 8 a 10 °C en invierno. Son resistentes hasta cierto punto y toleran heladas ligeras cercanas al punto de congelación. Sin embargo, se deben evitar largos períodos de heladas.
A las aceitunas les encanta el calor y el sol
El clima mediterráneo se caracteriza por veranos largos y calurosos e inviernos cortos y suaves con pocas heladas. En la mayoría de las regiones mediterráneas, el sol brilla una media de ocho a diez horas al día durante los meses de verano, con temperaturas entre 30 y 40 °C, no infrecuentes. Incluso en invierno, no es raro que haya entre cinco y seis horas de sol al día. Por eso no es de extrañar que a las aceitunas les guste el calor y el sol: las altas temperaturas no les molestan mucho.
Las aceitunas solo son parcialmente resistentes al invierno
Si bien el calor no es un problema, las aceitunas no prosperan en absoluto en temperaturas bajo cero. En invierno, las plantas rústicas prefieren temperaturas de entre ocho y diez grados centígrados, aunque también pueden tolerar breves heladas ligeras en torno al punto de congelación. Sin embargo, a las aceitunas no les gustan las heladas intensas ni las heladas prolongadas, por lo que deben protegerse con las medidas adecuadas.
Consejos y trucos
Cuando prepares tu olivo para el invierno, reduce el riego lentamente. Si de repente empiezas a regar menos, al árbol se le caerán las hojas por f alta de agua.