Hay muchas maneras de combatir las malas hierbas sin utilizar productos químicos. El agente más conocido y al mismo tiempo menos dañino es el agua hirviendo. Puedes descubrir en este artículo por qué funciona tan bien y por qué puede competir con los herbicidas.
¿Cómo quitar las malas hierbas con agua caliente?
El agua caliente elimina las malas hierbas destruyendo la estructura celular de las plantas y dañando las raíces. Vierta agua caliente (no hirviendo) uniformemente sobre las malas hierbas sin tocar las plantas adyacentes. Este método es eficaz y respetuoso con el medio ambiente, pero menos adecuado para áreas grandes.
¿Cómo funciona el agua caliente?
- El líquido hirviendo destruye la estructura celular de las hojas de las plantas. La fotosíntesis ya no puede tener lugar.
- El agua caliente también penetra en el suelo y daña las raíces. La planta ya no puede absorber agua y se seca.
Prepara agua caliente para ahorrar energía
Lleve el líquido a la temperatura requerida en un hervidor estándar. Si desea ahorrar energía, simplemente puede usar agua de papa o recoger el agua de la pasta caliente y verterla sobre las malas hierbas.
¿Cómo se usa el agua hirviendo?
El líquido ya no necesita estar hirviendo, pero debe estar bien tibio. Vierta esto sobre las verduras en un chorro fino. Se deben humedecer todas las partes de la planta de manera uniforme y durante unos diez segundos.
Para que las plantas que crecen cerca no sufran daños accidentales, debes asegurarte de que no entren en contacto con el líquido caliente.
¿Qué ventajas tiene este método y existen desventajas?
El agua hirviendo ayuda muy bien contra las malas hierbas rebeldes. Funciona:
- sin complicaciones,
- rápido y eficaz,
- sin el uso de productos químicos y por lo tanto ecológicamente inofensivo.
Pero también hay desventajas:
- El consumo de agua y energía sería demasiado alto en áreas grandes.
- Las bacterias del suelo que se encuentran en las inmediaciones pueden morir.
- Las superficies pueden verse afectadas por el líquido caliente.
Consejo
El agua hirviendo es muy adecuada para destruir las malas hierbas que se han asentado en las juntas de los adoquines. Sin embargo, el material puede dañarse con el calor. Si no está seguro de qué tan robusta es la superficie, primero debe probar el método en una piedra sobrante.