En los meses de invierno, las verduras frescas de su propio jardín son raras. Por el contrario, los tomates aromáticos, los pimientos jugosos y las ensaladas crujientes que se encuentran en el mostrador del supermercado suelen tener tras de sí un largo viaje de transporte. Si calienta su invernadero, podrá cultivar y cosechar durante todo el año.
¿Cómo puedo calentar mi invernadero?
Existen varias opciones para calentar un invernadero: velas, conexión al sistema de calefacción de la casa, horno individual de gasoil, horno individual a gas, horno eléctrico, estufa de leña y energía solar. Cada método tiene sus propias ventajas y desventajas en términos de costo, efectividad y respeto al medio ambiente.
Nos gustaría explicarte con más detalle las siguientes opciones y sus ventajas y desventajas en el siguiente artículo:
- Velas
- Conexión al sistema de calefacción de un edificio residencial
- Horno de aceite único
- Horno de gas individual
- Horno eléctrico
- Estufa de leña
- Energía solar
Calentar el invernadero con velas
Esta variante es muy fácil de implementar y al mismo tiempo la más económica. Sin embargo, de esta forma la temperatura sólo se puede aumentar unos pocos grados. Un pequeño horno para velas de té que puedes construir tú mismo o comprar ha demostrado ser útil. Esto convierte el calor de convección de la vela en calor radiante. Si se instalan varias de estas fuentes de calor, el invernadero se puede calentar entre uno y cuatro grados. Esto suele ser suficiente para mantener el invernadero libre de heladas.
Conecte el invernadero al sistema de calefacción de la casa
Esta es probablemente la opción más barata y eficaz en términos de costes de funcionamiento. El agua caliente producida en la casa se conduce directamente a través de un sistema de tuberías hasta el radiador de la casa de cristal. Sin embargo, el esfuerzo de instalación es bastante elevado y normalmente sólo puede realizarlo un experto en calefacción.
Horno de aceite único
Puedes calentar el invernadero tú mismo utilizando un pequeño horno alimentado con combustible fósil. Tiene una cámara de combustión y un tanque de aceite integrado que debe llenarse periódicamente. Debido a los gases nocivos que se producen durante la combustión, requiere un drenaje instalado por un especialista. Sin embargo, el horno de gasóleo individual ya no está del todo actualizado en términos de aspectos medioambientales.
Horno de gas individual
Especialmente si se utiliza biogás renovable, los calentadores de gas tienen más sentido ecológico que un horno de gasóleo. Además, la eficiencia de un horno de gas es mayor que la de un horno de gasóleo y durante la combustión se producen muchos menos gases de escape. La calefacción de gas aumenta el contenido de CO2 dentro del invernadero, lo que tiene un efecto positivo en el crecimiento de las plantas. Puede alimentar el horno con botellas de gas individuales o mediante un tanque de gas colocado fuera del invernadero.
Horno eléctrico
Tiene sentido calentar el invernadero con electricidad. Sin embargo, considerando toda la temporada de invierno, esta es una alternativa muy cara. Esto sólo vale la pena si desea aumentar la temperatura unos pocos grados a finales de otoño y primavera.
Estufa de leña
Esta opción no es recomendable porque el calor que irradian las estufas de leña no se puede regular bien. También hay que añadir combustible varias veces al día. También es imprescindible una adecuada evacuación de humos a través de la pared lateral o del techo.
Calentador solar de invernadero
Esta variante es muy respetuosa con el medio ambiente y garantiza una temperatura uniforme en la casa de cristal, pero la instalación no es del todo económica. Si la energía solar no es suficiente, es posible que tengas que calentar con electricidad.
Consejo
Para evitar las heladas, el invernadero debe tener un buen aislamiento. El plástico de burbujas translúcido es económico y eficaz y se puede aplicar en varias capas. La película se puede quitar fácilmente en primavera y reutilizar el próximo invierno.