La temporada de las deliciosas y saludables grosellas comienza el día de San Juan, el 24 de junio. Las bayas se pueden recolectar hasta agosto. Como se mueren rápidamente, es una buena idea colar las bayas y posiblemente congelarlas.
¿Cómo colar grosellas?
Para colar las grosellas, lave y quite el tallo de las bayas, deseche las bayas arrugadas e inmaduras y presione las bayas restantes a través de un colador para crear una pulpa sin semillas. Esto se puede utilizar para postres, salsas, jaleas o bebidas.
Las variedades de grosellas
Hay tres tipos diferentes de grosellas conocidas:
- grosellas rojas
- grosellas blancas
- grosellas negras
Todas las bayas crecen en forma de uva y maduran en verano. Las diferencias, además del color, residen en el sabor. Las grosellas rojas son relativamente ácidas. Se pueden comer crudas, son un ingrediente de la gelatina roja y son adecuadas para mermeladas, postres y como aderezo para pasteles.
Las bayas blancas rara vez se encuentran en el mercado. Tienen más dulzura y aroma que su hermana roja. Las grosellas negras son un poco más grandes que las bayas rojas y blancas. Tienen un sabor ácido y un aroma ligeramente ácido.
Grosellas actuales
Dado que las grosellas suelen madurar en grandes cantidades y no duran mucho en el frigorífico, recomendamos hacer puré con las bayas y congelarlas. En cualquier caso, las numerosas semillas pequeñas que hay que filtrar resultan molestas en el puré. Para ello, puedes colar las bayas a través de un colador.
- Primero lava las grosellas y escúrrelas.
- Arranca las bayas de las panículas. La forma más sencilla de hacerlo es utilizar un tenedor y raspar las bayas.
- Seleccione con cuidado las bayas arrugadas y verdes.
- Ahora pon las bayas en un colador y cuélalas con ayuda de una cuchara o un cucharón. El resultado es una papilla bastante líquida y sin semillas que puede servir como base para una salsa de postre o mezclarse con un plato de quark.
- Si quieres preparar gelatina o mermelada de grosellas, hierve las bayas brevemente y luego cuélalas.
Usa puré de grosellas
El puré fino aporta un aroma delicioso al requesón y al yogur. El puré de grosellas, ligeramente espesado con almidón, se convierte en una sabrosa salsa para una macedonia de frutas. También es adecuado para hacer jaleas, almíbares o limonada o licor.