La calidad del suelo juega un papel importante para garantizar que un arce prospere después de plantarlo. Independientemente de la gran diversidad de especies, los arces prefieren suelos de calidad adecuada. Esta breve guía resume todos los criterios importantes.
¿Qué suelo es mejor para los arces?
Los arces prefieren suelos ricos en nutrientes, ricos en humus y bien drenados que estén recién húmedos o moderadamente secos. Las especies nativas de arce crecen de manera óptima en suelos calcáreos con un pH de 6,0 a 8,0, mientras que las especies asiáticas prefieren un pH de 5,0 a 6,5.
Esta tierra quiere un arce – consejos para la composición
El crecimiento del arce se caracteriza por una notable tolerancia al lugar, como lo demuestra la siguiente lista de condiciones adecuadas:
- Suelo nutritivo, rico en humus, suelto y permeable
- Fresco-húmedo a moderadamente seco sin encharcamiento
- Inadecuado: suelo arenoso pobre o suelo franco y arcilloso pesado
Los arces no siempre cumplen con las normas en cuanto a contenido de cal y valor de pH. Las especies autóctonas como el arce sicomoro (Acer pseudoplatanus), el arce noruego (Acer platanoides) y el arce silvestre (Acer campestre) prefieren suelos calcáreos con un valor de pH entre 6,0 y 8,0. Las especies de arces asiáticos, como el arce ranurado (Acer palmatum), muestran su lado más hermoso en el suelo con un valor de pH de 5,0 a 6,5.