Casi todas las hierbas crecen fácilmente en macetas, tinas y otras jardineras. Para algunas especies, esta forma de cultivo es incluso preferible al cultivo al aire libre: la albahaca, por ejemplo, suele desarrollarse mucho más exuberantemente en macetas que en el jardín. Aquí, los caracoles y las condiciones climáticas adversas a menudo le hacen la vida difícil.
¿Cómo cuido un jardín de hierbas en macetas?
Para un jardín de hierbas en maceta se necesita tierra para hierbas disponible en el mercado, drenaje suficiente, riego y fertilización regulares, así como medidas adecuadas de hibernación para especies sensibles a las heladas. También puedes utilizar cestas colgantes o cestas colgantes para ahorrar espacio en el cultivo.
El sustrato adecuado para cada hierba
Es mejor utilizar tierra de hierbas disponible comercialmente para el cultivo en macetas. La tierra normal para macetas siempre está fertilizada y, por lo tanto, es demasiado rica en nutrientes para la mayoría de las hierbas. Puro, sólo es apto para hierbas exigentes como la menta, el perejil o el cebollino. Sin embargo, también puedes adelgazar con arena en una proporción de 2:1, entonces las especies más ascéticas (por ejemplo, las de la región mediterránea) también se sentirán bien.
Es fundamental asegurar un buen drenaje
Cualquiera que sea la hierba que elijas: todos los contenedores de plantas deben tener orificios de drenaje; si es necesario, simplemente perfora algunos tú mismo. También el plástico que recubre las cestas, por ejemplo, tiene algunas aberturas. Los pies mojados son mortales para la mayoría de las hierbas. Por eso también conviene colocar ollas y cubos sobre bloques para que el exceso de agua pueda escurrirse. Preste especial atención a las plantaciones en jardineras, literalmente se ahogan después de la lluvia.
Riegue y fertilice las hierbas en macetas con regularidad
Dado que el volumen de tierra en la maceta es muy limitado, el agua y los nutrientes se consumen más rápidamente. Por lo tanto, el riego regular es una medida de cuidado importante. La fertilización, en cambio, depende, en primer lugar, del tipo de planta y, en segundo lugar, del sustrato elegido. Si recién se ha plantado en primavera, el fertilizante almacenado durará hasta el verano. A partir de junio, puedes fertilizar las especies más exigentes cada cuatro semanas, idealmente con fertilizante líquido.
Hibernar las hierbas correctamente en la maceta
Las especies de hierbas perennes resistentes a las heladas también pueden pasar el invierno al aire libre en una maceta. Sin embargo, como el pequeño volumen de tierra de la maceta se congela rápidamente, como medida de protección contra las heladas, coloque los recipientes sobre poliestireno aislante o madera y envuélvalos en plástico de burbujas, bolsas de yute o un paquete de hojas. Sin embargo, antes de las primeras temperaturas bajo cero, puede llevar a su casa, sótano o garaje especies sensibles a las heladas, como el romero o los pelargonios aromáticos. El lugar de invierno debe ser fresco, pero luminoso y libre de heladas.
Consejo
Las hierbas con brotes largos como el tomillo rastrero o el orégano también prosperan en cestas colgantes o cestas colgantes. De esta forma se aprovecha de forma óptima el espacio limitado del balcón o la terraza.