Hierbas para el jardín de rocas: 6 especies atractivas presentadas

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Hierbas para el jardín de rocas: 6 especies atractivas presentadas
Hierbas para el jardín de rocas: 6 especies atractivas presentadas
Anonim

Un jardín de rocas parece natural y auténtico, especialmente cuando la plantación ofrece variedad. Además, muchas de las plantas de cojín sólo florecen en primavera o principios de verano, por lo que las hierbas de color verde brillante, azul o de colores brillantes, que a veces permanecen verdes durante todo el año, ofrecen un atractivo interesante. Casi todos los pastos forman matas densas; donde algunos permanecen bajos, pero otros pueden llegar a ser bastante altos.

Hierbas en el jardín de rocas.
Hierbas en el jardín de rocas.

¿Qué pastos son adecuados para un jardín de rocas?

Los pastos populares para jardines de rocas incluyen mosquitero (Bouteloua gracilis), juncia Monte Baldo (Carex baldensis), juncia roja (Carex buchananii), juncia de montaña (Carex montana), festuca azul (Festuca cinerea) y pasto piel de oso (Festuca gautieri). Estos pastos prefieren lugares soleados y secos y ofrecen variedad, así como atractivos colores y estructuras en el jardín de rocas.

Pasto mosquito (Bouteloua gracilis)

Se trata de una hierba de pradera típica, cuyos mechones de hojas de color verde grisáceo que crecen hasta 30 centímetros de altura forman púas que sobresalen horizontalmente. Las llamativas flores aparecen entre julio y agosto. A la planta le encantan los lugares soleados y secos y se siente especialmente cómoda en escombros y grietas de rocas. Tenga cuidado al planificar el jardín de rocas, porque la mosquitera no tolera la cal y, por lo tanto, tampoco tolera las piedras calcáreas como la toba.

Juncia Monte Baldo (Carex baldensis)

La llamativa y muy hermosa juncia Monte Baldo forma racimos de hojas de color verde oscuro que crecen hasta 20 centímetros de altura. Las flores blancas como la nieve se pueden ver entre junio y julio. Este tipo de césped se cultiva mejor en pedregal y grietas de piedra caliza y no debe estar demasiado seco. Un lugar soleado es imprescindible.

Juncia del zorro rojo (Carex buchananii)

Esta hermosa hierba de color marrón rojizo, de hasta 40 centímetros de altura, crece en densos grupos con tallos delgados y erguidos. Al igual que otras juncias, la juncia roja prefiere un lugar soleado y no demasiado seco. Crece especialmente bien entre pedregal y en grietas, pero no se debe plantar sobre piedra caliza. Esta juncia también queda muy bonita cuando se planta en comederos. En invierno debes asegurarte una buena protección contra la humedad.

Juncia de montaña (Carex montana)

Esta delicada hierba, que sólo crece hasta una altura de unos 10 centímetros, florece inusualmente temprano: las delicadas flores pueden verse ya en marzo y abril. De lo contrario, la juncia de montaña crece en densos grupos de hojas y tiene hojas delgadas de color verde claro. A diferencia de la juncia roja, la juncia de montaña se siente muy cómoda en la roca caliza, pero también prefiere crecer en pedregal y en grietas. Elija un lugar soleado y no demasiado seco.

festuca azul (Festuca cinerea)

La hierba de festuca azul, que crece hasta una altura de 20 centímetros, llama la atención por sus finos mechones de hojas de color gris azulado. Crecen en densos grupos y producen flores de junio a julio. Se recomiendan especialmente las dos variedades más bien pequeñas, 'Kingfisher' y 'Silbersee'; Si buscas una festuca azul adecuada para comederos, elige 'Dwarf King'. La hierba de festuca azul también prefiere un lugar soleado y seco.

Hierba de piel de oso (Festuca gautieri)

Esta hierba, que crece en matas muy densas, permanece bastante baja con una altura máxima de 10 centímetros y forma esteras más grandes. Plántala entre rocas calizas y elige un lugar soleado y seco. La variedad 'Pic Carlit' es especialmente compacta y, por tanto, adecuada para jardineras.

Consejo

En un jardín de rocas, las plantas deben protegerse de la humedad en invierno. Como protección sencilla pero eficaz, puedes colocar paneles de vidrio o plexiglás sobre unas piedras que rodeen las plantas para que no toquen los propios brotes. Además, una placa de vidrio fijada a una base de aluminio protege de forma fiable contra la peligrosa humedad invernal.

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