También como plantas de interior, los dragos pueden alcanzar una altura considerable de hasta 2 metros con un buen cuidado y el correspondiente crecimiento vegetal. Por eso es comprensible que los amantes de las plantas quieran salvar estos majestuosos ejemplares utilizando todos los medios disponibles si surgen problemas.
¿Cómo puedo salvar mi drago?
Para salvar un drago enfermo, conviene trasladarlo a un lugar adecuado, corregir el riego, abonar lo suficiente y, si es necesario, podar o eliminar las raíces podridas. Si es necesario, se pueden utilizar esquejes para la propagación.
Posibles motivos de problemas con el drago
En comparación con otras plantas de interior, el drago es un tipo de bonsái parecido a una palmera que es bastante fácil de cuidar. Pero esto sólo es válido si se cumplen los requisitos específicos de ubicación de esta instalación. Pueden ocurrir problemas con:
- Lugares con aire de calefacción seco
- condiciones de iluminación incorrectas
- quemaduras solares “a base de hierbas”
- irrigación mal dosificada
- suministro inadecuado de nutrientes
Los primeros signos de problemas pueden ser síntomas como hojas caídas o con manchas marrones.
Agua y luz como peligros potenciales
Si muchas hojas del drago se vuelven marrones o amarillas en muy poco tiempo, hay que darse prisa. Lo mismo se aplica si el sustrato de la planta en la maceta huele desagradablemente pútrido. Dado que los dragos rara vez se ven afectados por enfermedades, los errores de cuidado suelen ser los culpables de la llegada de ejemplares. Los dragos suelen colocarse en lugares con demasiada luz solar y, a cambio, se riegan en exceso. La humedad constante en las raíces es uno de los mayores peligros para un drago.
A veces se requieren medidas bastante radicales
Para evitar signos de podredumbre en las raíces debido a un exceso de agua, puedes trasplantar tu drago y pasar a los llamados cultivos hidropónicos en una maceta especial llena de bolas de arcilla. Si el cepellón de una planta ya se ha podrido sin posibilidad de reparación, la parte superior de este drago a veces se puede guardar como un esqueje. Por el contrario, un corte radical a través del “tronco” también puede estimular la formación de nuevos brotes.
Consejo
Un drago enfermo se puede salvar podándolo, especialmente si va acompañado de un traslado a un lugar adecuado y una fertilización suficiente.