Si una mimosa no prospera, no desarrolla flores o incluso muere, rara vez la culpa es de una enfermedad. Casi siempre se debe a un mal cuidado o a una ubicación desfavorable cuando las mimosas enferman. Las infestaciones de plagas también suelen deberse a errores de cuidado.
¿Cómo se previenen enfermedades en las mimosas?
Las enfermedades de la mimosa, como la pudrición de la raíz, a menudo son causadas por errores de cuidado como el encharcamiento. Para evitar esto, riegue solo cuando la superficie del suelo esté seca y use tierra con buen drenaje. Los ácaros rojos, que aparecen en el aire seco, se pueden controlar aumentando la humedad y aplicando un tratamiento específico.
Las enfermedades son causadas por errores de atención
La pudrición de la raíz y la pudrición del brote son las enfermedades más comunes de la mimosa. Siempre se desencadenan por demasiada humedad.
Cuando las hojas se vuelven amarillas, debes estar atento y comprobar si el cepellón está demasiado húmedo. En este caso, trasplante la planta a un sustrato más seco y mantenga la mimosa más seca durante algún tiempo. A veces la planta todavía se puede salvar.
Cuidar adecuadamente la mimosa
Para prevenir una enfermedad como la pudrición de la raíz, riegue la mimosa adecuadamente. Nunca permita que el cepellón se seque por completo, pero asegúrese de evitar que se humedezca demasiado.
No riegue hasta que la superficie del suelo se haya secado varios centímetros. Para estar seguro, haga la prueba del dedo. No dejes agua en el platillo o macetero, viértela inmediatamente.
Al trasplantar, coloque una capa de drenaje de arena o grava en el fondo de la maceta para que las raíces de la mimosa no queden directamente en el agua.
¿Qué hacer si tienes una infestación de plagas?
La araña roja es un verdadero problema con las mimosas. Se pueden reconocer por las pequeñas redes que aparecen en las axilas de las hojas. Las plagas succionan las hojas, lo que hace que se pongan amarillas o se caigan.
La infestación se debe a que el aire de la habitación es demasiado seco. Puedes evitar esto asegurando más humedad instalando tazones de agua abiertos.
Si tienes una infestación, puedes intentar lavar los ácaros con un chorro de spray. Sin embargo, no atrapará todas las plagas. Hay combatientes disponibles comercialmente (28,00 € en Amazon) que se insertan en el suelo y se eliminan a través de las hojas.
Consejo
Mimosa no crece mucho. Con unos cuidados óptimos, pueden alcanzar un tamaño de hasta 50 centímetros. Si ocasionalmente pierden algunas hojas, esto es normal y no es un signo de enfermedad.