Al ciprés mejillón no le gusta un cambio brusco de ubicación. Sin embargo, no siempre se puede evitar tener que trasplantar su ciprés de mejillón. Para evitar que la planta sufra demasiado, debes seguir algunos consejos.
¿Cómo trasplantar correctamente un ciprés de mejillón?
Al trasplantar un ciprés mejillón, debes desenterrar el árbol en otoño, cortar raíces y brotes, preparar un nuevo hoyo de plantación con fertilizante de coníferas, insertar la planta y luego regarla bien sin causar encharcamiento.
Trasplante de cipreses de mejillón
Básicamente se puede decir que el trasplante sólo tiene sentido para los cipreses de mejillón más jóvenes. Aunque el ciprés mejillón tiene raíces poco profundas, las plantas más viejas tienen un sistema de raíces pronunciado que es difícil de sacar del suelo.
Debido a que las raíces se cortan y rompen, el ciprés del mejillón no recibe suficientes nutrientes y no puede extraer suficiente agua. Esto aumenta el riesgo de que el árbol muera, incluso con un buen cuidado.
Después del trasplante, debe esperar que el ciprés mejillón necesite cuidados durante mucho tiempo y solo crezca un poco. A menudo le salen muchas agujas marrones después de un cambio de ubicación.
El mejor momento para trasplantar
Si es posible, trasplante los cipreses de mejillón solo en el otoño. Entonces la fase de crecimiento termina y la planta puede dedicar toda su energía a formar nuevas raíces.
Si trasplantas un ciprés mejillón en primavera o verano, debes tener mucho cuidado para que la humedad del suelo no se seque, pero que bajo ningún concepto se encharque.
Cómo trasplantar correctamente el ciprés de mejillón
- Desenterrar completamente el ciprés de mejillón
- poda de raíces
- Sesiones cortas
- cavar un nuevo hoyo para plantar
- Mejora el suelo con fertilizante para coníferas (8,00 € en Amazon)
- Insertar árbol
- Llene la tierra y apisónela con cuidado
- regar bien en los siguientes días
Antes de replantar el ciprés de mejillón, se deben cortar las raíces y los brotes.
Después del trasplante, un buen riego es el requisito previo más importante para que el ciprés mejillón crezca en su nueva ubicación. Riega con regularidad, pero asegúrate de que bajo ningún concepto se encharque, ya que entonces la planta se pondrá marrón o empezará a pudrirse.
La nueva ubicación debe ser cálida y luminosa, preferiblemente soleada. En general, la mayoría de los cipreses de mejillón no son resistentes y deben mantenerse en el interior durante el invierno. Por eso suele tener más sentido cultivar los árboles en un cubo.
Consejo
Planta cipreses de mejillón en macetas en sustrato fresco cada dos o tres años. Al trasplantar, acorte las raíces y los brotes.