La llamada saxífraga musgosa (Saxifraga arendsii) es una subespecie de saxífraga de crecimiento particularmente bajo. Al igual que otras especies del género Saxifraga, la saxífraga musgo se puede utilizar perfectamente como planta formadora de cojines en jardines de rocas o como planta con flores perennes en paredes de piedra natural.
¿Es resistente la saxífraga de musgo?
La saxífraga musgo (Saxifraga arendsii) es generalmente resistente, pero requiere protección invernal cubriéndola con hojas o ramitas para especímenes recién plantados, heladas frías o especímenes reproductores del invernadero. Asegúrese también de que haya suficiente humedad y evite el encharcamiento.
Protección invernal: sólo necesaria para ejemplares recién plantados y heladas claras
Como planta originaria de las altas montañas, la saxífraga suele ser resistente incluso en zonas muy frías. Por diversas razones, puede tener sentido cubrir la saxífraga de musgo con hojas o ramitas:
- para la cría de ejemplares del invernadero
- para especímenes plantados relativamente tarde en el año
- en inviernos con heladas claras
En las altas montañas, un manto de nieve suele proteger a las saxífragas de las heladas severas hasta la primavera. Las heladas frías son períodos invernales fríos sin capa de nieve, que pueden afectar gravemente a algunas plantas. Por lo tanto, las plantas de saxífraga cultivadas delante de muros de piedra pueden reaccionar más sensiblemente a las heladas, ya que durante el día reciben un fuerte calor del sol y su capa protectora de nieve se derrite.
No dejes que las saxífragas musgo mueran de sed en invierno
Si a la saxífraga musgosa le cuesta pasar el invierno, no tiene por qué ser porque las temperaturas sean demasiado frías. Aunque la saxífraga conviene, a ser posible, plantarla en un lugar con suelo permeable, tampoco debes dejar que se seque. Antes de la llegada del invierno, compruebe si todavía hay suficiente contacto entre las raíces del musgo saxífraga, que son poco profundas, y el suelo. A veces, el crecimiento intenso o los deslaves relacionados con la lluvia pueden hacer que se pierda este contacto directo y se forme una cavidad debajo de las plantas.
Cuidado con el encharcamiento y la acidificación
No es sólo la desecación lo que puede costarle la vida a tu saxífraga de musgo, sino que también tiene dificultades para soportar el encharcamiento persistente. Por lo tanto, conviene aflojar los suelos muy pesados y arcillosos mezclando arena y grava en el sustrato. Tenga en cuenta también que varias coníferas y coníferas en las proximidades de las saxífragas musgosas pueden provocar una acidificación lenta del suelo y las saxífragas musgo a veces agradecen un poco de cal al cuidarlas.
Consejo
Las cápsulas de semillas de la saxífraga de musgo no comienzan el proceso de germinación hasta después de una fase de frío pronunciada. Sin embargo, en campo abierto puede resultar muy difícil distinguir las delicadas plantas de las malas hierbas en primavera. Por eso suele tener más sentido recolectar las semillas, exponerlas a temperaturas heladas y luego cultivarlas en cuencos de forma controlada.