El aloe vera es un cultivo milenario cuyas hojas producen gel para uso externo e interno. El gel curativo se puede conservar de muchas formas diferentes. La congelación es especialmente adecuada para uso doméstico.
¿Cómo se puede conservar el aloe vera?
Para conservar el Aloe Vera, el gel se puede quitar de las hojas y conservar mediante congelación, adición de azúcar/miel o remojo en alcohol. La congelación es especialmente adecuada y fácil de utilizar en casa.
Básicamente, el gel obtenido de las hojas de aloe vera debe usarse lo más fresco posible. Como normalmente se corta al menos una hoja de unos 30-50 cm de largo, no puedes evitar guardar el resto que no se utilice inmediatamente. La hoja cortada se puede conservar en el frigorífico unos días. Otros métodos de conservación comunes son adecuados para un almacenamiento más prolongado:
- con la ayuda de azúcar/miel,
- remojándolo en alcohol,
- por congelación.
Tomar gel de aloe vera
Las hojas de una planta adulta y sana de aloe vera se pueden cosechar fácilmente con regularidad. Las hojas exteriores son las más adecuadas para esto. Para ello, se corta la hoja directamente del tronco con un cuchillo afilado y se deja en posición vertical hasta que se escurra el jugo amargo. Luego primero cortas la hoja en trozos transversales y luego los cortas por la mitad a lo largo. Luego sólo tienes que raspar el gel con una cuchara.
Conservar gel de aloe vera
Los métodos de conservación antes mencionados no son adecuados para conservar el gel de aloe vera durante meses. Para uso doméstico, la forma más sencilla es congelar el gel o trozos de hojas en porciones. Luego puedes usarlo descongelado o congelado.
El efecto refrescante que se siente al aplicar una hoja congelada sobre la piel es agradable, especialmente en caso de picaduras de insectos o quemaduras solares. Puedes congelar el gel disuelto con un poco de agua y unas gotas de jugo de limón en una cubitera y agregar los cubitos de hielo a bebidas refrescantes.
Consejo
Pruebe un cóctel revitalizante elaborado con partes iguales de gel de aloe vera y miel o jarabe de azúcar y, para una mayor durabilidad, un vaso de licor fuerte. Los ingredientes bien mezclados se guardan en un frasco limpio en el refrigerador y se toman a cucharadas antes de las comidas.