Los pensamientos son originarios del clima templado de Europa Central y, por lo tanto, son resistentes. En los inviernos suaves florecen hasta la primavera. Cuando hay heladas, enrollan sus flores y las abren cuando vuelve a hacer más calor.
¿Cómo se pueden hibernar los pensamientos con éxito?
Los pensamientos son resistentes y pueden sobrevivir bien a las heladas ligeras. Durante el invierno conviene cubrirlos con paja, hojas o matorrales para protegerlos del riesgo de congelación y desecación. No deben pasar el invierno en contenedores pequeños como jardineras de balcón.
Desde principios del siglo XIX, se han criado específicamente pensamientos con flores grandes, tiempos de floración tempranos y más resistencia al invierno. Los pensamientos y las violetas cornudas toleran fácilmente temperaturas ligeramente bajo cero, incluso periodos de heladas más duras y prolongadas, especialmente si están protegidos por un manto de nieve.
En inviernos muy fríos y sin nieve existe riesgo de heladas, y en un lugar a pleno sol también existe riesgo de desecación. Por eso recomendamos una funda de paja (37,00 € en Amazon), hojas o maleza para las plantas jóvenes sembradas en verano y otoño. Los pensamientos no pueden pasar el invierno en recipientes pequeños como jardineras, cuencos o macetas.
Consejos y trucos
Los pensamientos de cosecha propia son más robustos y menos sensibles a las heladas. Por otro lado, los productos de invernadero que se ofrecen en primavera suelen ser sensibles al frío.