Las campanillas azules (Campanula) están disponibles en numerosas especies y cultivares diferentes, aunque no todas son resistentes. Las campanillas autóctonas, como la campanilla de los prados o la campanilla de dama, son especialmente adecuadas para el cultivo en el jardín. Todas las demás especies requieren protección invernal al aire libre.
¿Cómo puedo pasar el invierno con éxito mi campanilla azul?
Para que las campanillas pasen el invierno, las especies exteriores sensibles a las heladas deben cubrirse con protección invernal, como ramas de abeto. Las campanillas azules en maceta, por el contrario, necesitan un lugar fresco, oscuro y sin heladas, con una temperatura máxima de 10 °C.
La hibernación depende de la especie
Las campanillas, originarias de los países mediterráneos, en particular, toleran mal las temperaturas heladas y, por lo tanto, en invierno se les debe proporcionar una protección adecuada contra el invierno. Este puede consistir, por ejemplo, en una gruesa capa de ramas de abeto o abeto. Sin embargo, algunas variedades que en realidad son perennes o naturalmente anuales no necesitan pasar el invierno porque se pueden volver a sembrar cada año. Las campanillas en macetas, por otro lado, siempre deben pasar el invierno sin heladas, pero frescas y oscuras. Lo ideal es que la temperatura sea como máximo de 10 °C. Si el invierno es suave, las campanillas de balcón también pueden pasar el invierno en el exterior, pero conviene llevarlas al interior tan pronto como las temperaturas bajen muy por debajo de 0 °C.
Consejos y trucos
Si no hay posibilidad de pasar el invierno en la casa (por ejemplo, una habitación lo suficientemente fresca). luego coloque las campanillas en macetas sobre un trozo de espuma de poliestireno y colóquelas en una pared cálida de la casa. También puedes envolver la maceta y la planta con un material cálido (por ejemplo, esteras de rafia).