Cosechar las bayas de espino amarillo es una tarea difícil para quienes no saben cómo proceder. A diferencia de la mayoría de las otras bayas, que simplemente se recogen del arbusto, las bayas de espino amarillo deberían llegar a la cocina o a la boca de forma diferente
¿Cuál es la mejor manera de recoger bayas de espino amarillo?
Para recolectar bayas de espino amarillo sin dañarlas ni contaminarlas, debes cortar las ramas con frutas en el momento de la cosecha y secarlas o congelarlas en casa. Luego puedes raspar las bayas con un tenedor.
Manos ensangrentadas, ropa rota y manchas
Si recoges las bayas de espino amarillo del arbusto con las manos desnudas cuando están maduras, puedes estar preparado para muchas desventajas:
- Las bayas pueden reventar debido a su madurez.
- El jugo se pierde cuando estalla.
- Las manos están heridas por las espinas.
- La ropa puede rasgarse con las espinas.
- El jugo de bayas puede manchar la ropa y mancharla.
Y esto funciona mejor
Muchos jardineros han reconocido las desventajas y han desarrollado una solución para evitarlas. La industria también hace lo mismo y no permite que sus empleados recojan las bayas con las manos desnudas
Así funciona: en el momento de la cosecha, corta las ramas que dan fruto con unas tijeras de podar (14,00 € en Amazon). Ahora tienes la opción de secar las ramas y las bayas en casa o congelarlas y luego quitar las bayas o quitar las bayas frescas de las ramas con un tenedor.
Variedades cuyos frutos son buenos para recoger
Hay variedades de espino amarillo que todavía son aptas para la recolección y no tienen que someterse al método de recolección ya mencionado. Al menos no tienen bayas reventadas. Estas incluyen las variedades:
- Dorana
- Energía Naranja
Las bayas de estas variedades son más firmes en comparación con las de otras variedades y es menos probable que revienten cuando se recogen a mano. También tienen tallos de frutas más largos de los cuales las bayas se desprenden fácilmente.
Consejos y trucos
No recojas las bayas demasiado tarde. A medida que maduran más o demasiado, entre el invierno y la primavera, los frutos se marchitan y pierden su sabor.